La inteligencia artificial está abriéndose paso en el ámbito sanitario como herramienta revolucionaria para la detección y el tratamiento de los pacientes. El uso de algoritmos y datos no solo está facilitando el trabajo de los facultativos, sino también está proporcionando resultados altamente precisos. Además, esta nueva tecnología permitirá afianzar la relación médico-paciente en términos de adherencia al tratamiento.
Diagnósticos más precisos, telemedicina, análisis de datos u optimización de costes son algunas de las ventajas de la IA que destaca Pilar Martínez, presidenta de Asociación Diabetes Madrid, en una entrevista a ConSalud. Gracias a la IA, el abordaje de las patologías es más preciso y el control médico a distancia es posible, como destaca la presidenta de la asociación. Asimismo, esta herramienta “conseguirá hacer más sostenible nuestro sistema sanitario”, apunta.
"La IA continúa evolucionando, brindando beneficios tanto para los pacientes como para los propios profesionales"
Sin embargo, Martínez destaca laatención personalizada y la empatía de los profesionales como “la cualidad más importante a desarrollar en el sector de la salud”, la pieza fundamental para garantizar la calidad de vida de los pacientes. Al mismo tiempo la IA “continúa evolucionando, brindando beneficios tanto para los pacientes como para los propios profesionales”, aunque tendrá que hacer frente a grandes retos.
“A medida que se incorporen más datos, los algoritmos por sí mismos mejorarán el uso de la IA aplicada a pacientes con enfermedades crónicas”, matiza la presidenta de Asociación Diabetes Madrid. Aunque mantiene desafíos como la seguridad y privacidad de los datos, “un desafío por conseguir que debe ir acompañado de una regulación para su uso a nivel nacional e internacional”, destaca.
“La población en general no está preparada todavía para entender cómo funciona la IA como método de detección temprana, ni tampoco sobre todos los beneficios que trae consigo”
Uno de los aspectos más destacados en el seguimiento de las enfermedades es la facilidad de estas herramientas para procesar gran cantidad de datos, imágenes e informes médicos. “Es cierto que podría reemplazar algunas tareas de los médicos en lo que a procesar datos y diagnósticos se refiere”, reconoce Martínez, pero asegura que “la IA no podrá reemplazar la relación entre médico y paciente”. “Es insustituible”, reitera.
En esta línea coinciden los pacientes que, en general, “confían en sus médicos”, subraya la presidenta de la asociación. “La población en general no está preparada todavía para entender cómo funciona la IA como método de detección temprana, ni tampoco sobre todos los beneficios que trae consigo”, afirma Martínez.
LA IA EN PACIENTES CON DIABETES TIPO 1
En cambio, pacientes como Pilar, con enfermedades crónicas como la diabetes tipo 1, apoyan las cualidades de esta tecnología, aunque se mantienen firmes con los desafíos que quedan por resolver. En diabetes, la IA está cambiando el paradigma, “ayudando a analizar la evolución de la enfermedad en millones de pacientes y cambiando las formas de diagnosticarla”, explica Martínez. A esta revolución se suman los sistemas de prevención, la predicción de respuesta a tratamientos o el empleo de dispositivos de monitorización continua de glucosa que incluyen bombas de insulina y sensores (sistemas de asa cerrada que simulan la propia función del páncreas).
Pero el campo donde la IA posee un mayor impacto es en la autogestión de la enfermedad. Este último es “uno de los ámbitos donde la inteligencia artificial está teniendo un mayor impacto”, considera Martínez. Los pacientes con diabetes utilizan la IA en el día a día mediante su smartphone a través de aplicaciones en las que se sigue trabajando para mejorar las necesidades de los pacientes con diabetes.
“Se plantea la necesidad de generar dentro de nuestro sistema sanitario unidades de diabetes más tecnológicas, con el soporte de profesionales en estas áreas, y también de los pacientes expertos que ya conocen el uso de las mismas”, indica la presidenta de Asociación Diabetes Madrid. Por ahora, la aplicación de estas tecnologías “va más rápido” que la capacidad de profesionales y sanitarios para adaptarse a ellas. “Todavía nos quedan muchos desafíos y retos por conseguir”, concluye.