La rinotilexomanía es un trastorno caracterizado por la acción compulsiva de hurgarse la nariz. La Unidad Alergo-Rino en el Centro Médico Teknon, una de las principales unidades en España especializada en el tratamiento de enfermedades respiratorias y trastornos nasales dirigida por el Dr. Isam Alobid, junto con el Hospital Clínic de Barcelona han realizado un estudio sobre este trastorno. Los resultados han sido publicados en la prestigiosa revista médica Laryngoscope y revelan las consecuencias de esta práctica para la salud nasal y emocional, así como la importancia de un enfoque terapéutico multidisciplinar.
La rinotilexomanía va más allá de hurgarse la nariz ocasionalmente, es una condición crónica que puede provocar perforación del tabique nasal, infecciones, hemorragias nasales recurrentes, dolor facial e incluso la erosión del hueso alrededor de la nariz. El Dr. Alobid y el resto de investigadores que participaron en el estudio examinaron a 37 pacientes con rinotilexomanía que se sometieron a una reparación quirúrgica de una perforación del tabique nasal. Esta perforación, un agujero en la pared que separa las fosas nasales, es a menudo una consecuencia de hurgarse la nariz de forma crónica.
La rinotilexomanía no solo afecta la salud física, sino que también incide significativamente en el bienestar emocional
El estudio demuestra que la perforación del tabique nasal asociada a la rinotilexomanía afecta gravemente la calidad de vida de los pacientes. Los síntomas más comunes son la formación de costras, la obstrucción nasal, la epistaxis (sangrado nasal) y el silbido nasal. Además, afecta más allá de lo físico: el dominio del sueño fue el que más se vio afectado, seguido de la emoción, la función y los síntomas nasales.
Los pacientes presentaron peores puntuaciones en el componente mental que en el componente físico de los cuestionarios de calidad de vida. Este hallazgo resalta cómo la rinotilexomanía no solo afecta la salud física, sino que también incide significativamente en el bienestar emocional. Por ello, además de un tratamiento especializado que combine cirugía para la reparación de las perforaciones nasales, también se tratan los trastornos conductuales subyacentes con un enfoque psicológico y psiquiátrico.
El estudio también reveló que una parte considerable de los pacientes con rinotilexomanía presenta BFRB (por sus siglas en inglés Body-focused repetitive behavior) comportamientos repetitivos relacionados con la compulsión. De hecho, el 57,1 % de los pacientes informaron de la presencia de más de un BFRB, siendo los más comunes la onicofagia (morderse las uñas), seguida de la dermatilomanía (rascarse la piel) y tricotilomanía (arrancarse el cabello). Este fenómeno no es exclusivo de la rinotilexomanía; estudios previos muestran que los BFRB son comunes en la población general, con una prevalencia que puede llegar al 64% para el hábito de morderse las uñas. Esta alta comorbilidad entre los trastornos conductuales subraya la importancia de abordar el tratamiento de la rinotilexomanía desde una perspectiva multidisciplinaria.
La cirugía reconstructiva mínimamente invasiva presenta una tasa de éxito del 96,6% pero destaca la importancia de tratar el hábito
En cuanto al tratamiento, los resultados del estudio indican que la reconstrucción del tabique nasal mediante técnicas endoscópicas avanzadas como el uso de colgajos pediculados (trozos de tejido/mucosa del interior de la nariz, que incluye un vaso sanguíneo para garantizar que el área afectada reciba un buen aporte sanguíneo, favoreciendo la curación), logra una tasa de éxito del 96,6 % en los pacientes operados, demostrando así la eficacia de la intervención quirúrgica, que alivia los síntomas nasales y promueve la recuperación del tabique. Sin embargo, se observó que el 10,3 % de los pacientes sufrieron una re-perforación (vuelven a tener agujero en el tabique) debido a la persistencia del hábito de hurgarse la nariz, lo que subraya la necesidad de un tratamiento continuo y, en algunos casos, el uso de terapias conductuales y farmacológicas.
El Dr. Alobid señala que “la rinotilexomanía no debe ser vista solo como un problema físico, sino como un trastorno que requiere un tratamiento integral con un enfoque multidisciplinar”. La combinación de cirugía para reparar la perforación nasal y terapias conductuales y psiquiátricas para tratar los trastornos subyacentes, como la ansiedad o el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), es clave para un tratamiento exitoso. Recomienda “mantener una buena higiene nasal, utilizar soluciones salinas para humedecer las fosas nasales y evitar rascarse o hurgarse la nariz”.
El estudio también resalta la importancia de la sospecha clínica en pacientes con síntomas nasales asociados a la rinotilexomanía. Según el Dr. Alobid, “muchos pacientes no se sienten cómodos compartiendo su hábito, lo que convierte a la rinotilexomanía en un ‘problema oculto’. La clave para abordarlo es hacer preguntas con respeto y sin juicio, para que los pacientes se sientan seguros al revelar este comportamiento”.