Los hospitales del grupo sanitario Riberaapuestan cada vez más por la musicoterapia como herramienta terapéutica para reducir la ansiedad, el dolor y el estrés que padecen algunos pacientes ingresados, a la espera de una intervención quirúrgica o en Cuidos Intensivos, así como a aquellos que padecen trastornos del sueño o personalidad, están en tratamiento por depresión o tienen alguna fobia, entre otros perfiles. Fruto del reto asumido para mejorar la experiencia del paciente y contribuir a su bienestar, Ribera ha abierto un perfil en Sportify, para facilitar el acceso a listas de música y un podcast de salud, que les ayude tanto en sus estancias hospitalarias (ingresos, diálisis, quimioterapia) como en su recuperación en casa.
El doctor Alex García, jefe de Neurología del Hospital de Denia, asegura que “la musicoterapia consiste en usar las respuestas y conexiones de una persona con la música, para estimular cambios positivos en el estado de ánimo y el bienestar general”.
“Gracias a la variedad de respuestas que produce la música, tanto en el plano cognitivo, comunicativo, físico, psicológico, sensitivo y trascendental, la musicoterapia tiene influencia controlada, entre otros, sobre la motricidad, memoria, atención, creatividad, verbalización, potenciación de los sentidos, propiocepción, en la reducción de estrés y la ansiedad, en la estimulación cerebral y en el sistema inmune y los ritmos biológicos”, explica.
"Se ha comprobado que la musicoterapia produce cambios estructurales y fisiológicos en el cerebro, mejorando la neuroplasticidad y la reestructuración de circuitos neuronales"
Belén Vázquez, terapeuta en el hospital Ribera Polusa, señala, por su parte, que “la música tiene la capacidad de provocar en nosotros respuestas emocionales y modularlas”. “Si escuchamos música agradable, se activa el núcleo accubens, responsable del circuito de recompensa y de la respuesta al estrés; cuando escuchamos música relajante, disminuye la activación de la amígdala implicada en las reacciones emocionales, sobre todo el miedo”, explica.
En este sentido, apunta, se ha comprobado que puede ayudar a personas con miedos o fobias porque “se ha comrpobado en personas con trastornos de ansiedad que el origen está en la activación de la amígdala, incluso ante estímulos que objetivamente no son amenazantes”, explica. En esta línea también profundiza el doctor García: “La música influye en hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol, y al conseguir reducir estas,se alivian los síntomas de la ansiedad”.
Christelle García Soliveres, psicóloga del Hospital Universitario del Vinalopó, destaca por su parte que en pacientes ingresados en Cuidados Intensivos (UCI), y que sufren gran nivel de estrés y ansiedad, “la músicoterapia puede ayudarles a distraerse de los estímulos que generan respuestas de estrés, reducir la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, y la presión arterial, todos ellos indicadores de una respuesta de relajación a ese estímulo, así como disminuir la actividad del sistema nervioso simpático”.
Hay estudios que indican que la música "ayuda a liberar endorfinas, produciendo analgesia y sensación de bienestar; y puede ayudar a mejorar la calidad del sueño"
Además, añade, hay estudios que indican que la música “ayuda a liberar endorfinas, produciendo analgesia y sensación de bienestar; y puede ayudar a mejorar la calidad del sueño”. Coincide con esta valoración el jefe de Neurología del Hospital de Denia, que además añade que, dado que un gran número de estos pacientes están despiertos,“en algunos estudios se asegura que la musicoterapia es una forma de incluir tanto al paciente como a los familiares en el proceso de atención y recuperación, ya que estos pueden elegir la música que quieren escuchar y el tiempo de duración de las sesiones”.
Por lo que respecta a personas con demencias o enfermedades neurológicas degenerativas como Alzheimer, Belén Vázquez, psicóloga sanitaria en Ribera Polusa, asegura que“disfrutan de la música y su capacidad de responder a ella se conserva incluso en etapas avanzadas de la enfermedad”.
“Algunos pacientes pueden no recordar el nombre de sus hijos, pero si la letra de una canción que les apasionaba”, asegura, al tiempo que recuerda que en un estudio “Sarkamo et al” (2008) se informa de una mejoría atencional en pacientes con lesión en el hemisferio izquierdo, tras escuchar música al menos una hora al día. El doctor García lo confirma: “se ha comprobado que la musicoterapia produce cambios estructurales y fisiológicos en el cerebro, mejorando la neuroplasticidad y la reestructuración de circuitos neuronales”.
La terapeuta de Ribera Polusa concluye que “es importante que la música llegue a todos los centros socio-sanitarios y hospitales, tanto UCIs, como plantas de Salud mental, áreas de Oncología o hemodiálisis, entre otros. Necesitamos hospitales con alma y la música nos reconforta”.