Reunir y compartir la información bibliográfica generada, con los datos y la experiencia adquirida en los meses de pandemia derivados de la llegada de la Covid-19, para intentar responder a preguntas clínicas y mejorar nuestra capacidad de resolver los problemas relevantes; preparar y mejorar los protocolos de actuación frente al coronavirus; y sentar bases robustas que permitan, en una eventual segunda ola, poder desarrollar investigación de perfil más prospectivo y generar conocimiento sólido en diferentes aspectos relacionados con la respuesta a la pandemia.
Estos han sido los objetivos con los que se diseñó el Symposium SARS CoV 2, celebrado bajo el título ‘Entre dos olas…’ durante las últimas dos semanas en la Fundación Jiménez Díaz y que, a juicio de sus organizadores, los doctores Sara Heili yArnoldo Santos, especialistas de los servicios de Neumología y Medicina Intensiva del hospital, respectivamente, se han alcanzado con creces, a tenor del éxito de desarrollo, asistencia, más de 250 inscritos, entre asistencia presencial y por streaming, y participación alcanzados.
“Tras cada paciente hay una familia sufriendo”
La intervención en el simposio de numerosos profesionales de la Fundación Jiménez Díaz y de los otros tres hospitales públicos gestionados por Quirónsalud en Madrid -los hospitales universitarios Rey Juan Carlos (Móstoles); Infanta Elena (Valdemoro) y General de Villalba, a los que también se han sumado otros del grupo, y los muchos y variados enfoques de la gestión de la pandemia abordados durante las cuatro sesiones que ha abarcado el encuentro, han sido parte importante del éxito de este.
Asimismo, el carácter dinámico del simposio, que ha acogido un total de ocho mesas redondas, sobre el virus y la epidemiología de la enfermedad, los aspectos de humanización y éticos de la pandemia, la investigación en estos meses, la innovación en tiempos de Covid-19, el abordaje de la insuficiencia respiratoria causada por el virus, la terapia farmacológica utilizada contra él, y las numerosas experiencias multidisciplinares y de trabajo en equipo durante la crisis, y 45 intervenciones a cargo de casi 70 profesionales, en un estilo breve, analítico y prospectivo, contribuyó igualmente a la utilidad del encuentro.
Por último, la implicación de todos los participantes en el encuentro, solo comparable a la demostrada durante los últimos meses de lucha contra un virus que ha sacudido con fuerza nuestra sociedad, y de un modo muy especial a todos los que se decidan al cuidado de la salud, fue el broche de oro del simposio.
TRABAJO EN EQUIPO, HUMANIZACIÓN Y TRANSFORMACIÓN
Así lo destacó Josu Rodríguez, gerente adjunto de la Fundación Jiménez Díaz, al inaugurar el encuentro subrayando el “auténtico trabajo en equipo realizado, intercambiando opiniones, experiencias, la situación de cada día, la evolución de la pandemia, y tomando decisiones conjuntas para dar respuesta a la crisis, en un perfecto engranaje en el que cada uno, sanitarios y no sanitarios, sacó lo mejor de sí mismo, aportando responsabilidad, profesionalidad, versatilidad, capacidad de previsión y coordinación, generosidad, dedicación sin límite, y siempre con una sonrisa, renovando cada día la ilusión”.
“Cuando es la vida lo que está por delante lo que de verdad se valora es la profesionalidad, el cariño y el trato humano”
“Gracias a vosotros, que estabais ahí, siendo la esperanza de los más débiles, nos fuimos transformando, sin olvidar nunca, pese a la carga de trabajo, que a quien tenemos delante es un semejante, y que tras cada paciente hay una familia sufriendo”, continuó Rodríguez, agradeciendo a todo el personal de los hospitales que haya hecho posible “humanizar la asistencia”, incluso en una situación tan cruel para este aspecto como la vivida.
En la misma línea, Leticia Moral, directora general de Asistencia y Calidad de Quirónsalud, recordó los numerosísimos “comentarios elogiosos de pacientes y familiares acerca del trabajo realizado en los hospitales del grupo” recogidos en estos meses en redes sociales y demás plataformas telemáticas, “lo que demuestra que cuando es la vida lo que está por delante lo que de verdad se valora es la profesionalidad, el cariño y el trato humano”.
Además añadió que esta epidemia “ha puesto de relieve, con más fuerza que nunca, si cabe, que somos un grupo, y que nuestros pacientes se benefician de ello, puesto que los hospitales con más experiencia en la pandemia han podido compartir sus conocimientos en tiempo real con los demás centros de Quirónsalud, optimizando así la lucha global contra el virus”, convencida de que “no hay un grupo hospitalario en el mundo que haya atendido al número de pacientes Covid-19 que hemos atendido en el conjunto de nuestros hospitales”.
Con todo ello, apuntó Moral, “si lamentablemente no somos capaces de evitar la segunda ola, al menos ya tenemos la ruta, hemos aprendido el camino para afrontarla, y sabemos cómo se hace, y también cómo se deshace”, contando para ello con herramientas clave como protocolos de trabajo comunes derivados de todo lo aprendido, y con los servicios no presenciales que, consolidados desde hace tiempo en nuestros hospitales, se han intensificado en los últimos meses y, sin duda, también ayudarán mucho.
LECCIONES APRENDIDAS Y RETOS POR ALCANZAR
Así lo abordó también la interesante sesión final del simposio, que analizó los aspectos organizativos de la gestión de la pandemia y lo aprendido durante la misma en distintos ámbitos, como los pacientes, el personal o los recursos, con la necesaria visión crítica y constructiva para poder diseñar un Plan de Contingencia optimizado que permita afrontar una segunda posible crisis, con todos los conocimientos y experiencias adquiridas, en la mejor situación posible.
En esta línea, analizando batallas ganadas y luchas aún pendientes, concluyeron también los organizadores del encuentro, que instaron a “no tener miedo ante una posible segunda curva porque somos un equipo y porque hemos aprendido mucho de esta primera crisis, que nos ayudará en una potencial recaída”, en palabras de la Dra. Heili.
“Seguiremos trabajando en ello, incorporando las lecciones aprendidas”
“Cada uno en su ámbito sabemos cómo afrontar el virus que, si mantiene su severidad y características, volverá en olas cortas, lo que nos va a permitir organizarnos mejor a nivel de gestión, logística, espacios, definición de casos, ubicación y circuitos”, continuó la también responsable de la Unidad de Cuidados Intermedios Respiratorios (UCIR) de la Fundación Jiménez Díaz.
“Por el contrario si cambia su severidad porque quiera convivir más y mejor con el humano, lo que probablemente hará ya el año próximo, quizás regresará en olas más prolongadas en el tiempo, pero afortunadamente tendremos más margen para decidir cómo afrontarlo y tal vez ya tengamos también una vacuna”, añadió.
Mucho vivido, mucho aprendido, pero también mucho aún por conseguir, reconoció por su parte el Dr. Santos, apuntando a medio-largo plazo el horizonte de la meta a alcanzar. Y es que “quedan, no obstante, muchas preguntas y retos, y conclusiones por extraer, por lo que seguiremos trabajando en ello, incorporando las lecciones aprendidas”, apostilló.