Desde el Servicio de Urología del Hospital Universitario de Torrejón enfatizan en el mes del movimiento Movember la importancia de realizarse un chequeo urológico para conseguir un diagnóstico precoz y “mejorar el manejo de la enfermedad”. De media, los hombres mueren 4,5 años antes que las mujeres, principalmente por razones que son prevenibles. Según la Organización Mundial de la Salud, de las 40 principales causas de muerte en el mundo, 33 de ellas reducen más la vida de los hombres que de las mujeres. Además, los varones tienen que combatir dos de los cánceres más comunes en su género y que, además, no suelen presentar sintomatología hasta que la enfermedad ya está avanzada.
El cáncer de próstata es el más común en hombres y el segundo con mayor mortalidad, con 1,4 millones de casos al año, sobre todo en hombres adultos.“La mayoría de los pacientes que tienen cáncer de próstata no tienen ninguna sintomatología asociada, sobre todo en las etapas iniciales”, presenta el doctor Julio Fernández del Álamo, jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario de Torrejón. Por ese motivo, “se recomienda un chequeo urológico a partir de los 50 años, pero se debe iniciar a los 45 si hay antecedentes familiares”, señala. Estos chequeos conllevan una exploración físicay la determinación analítica del PSA, que es una molécula que se mide en sangre y que puede orientar sobre el riesgo de presentar un cáncer de próstata. Si existen alteraciones se valorará realizar una resonancia magnética y una biopsia prostática.
“Se recomienda un chequeo urológico a partir de los 50 años, pero se debe iniciar a los 45 si hay antecedentes familiares”
Por otro lado, el cáncer testicular es el segundo tipo de cáncer más común entre los jóvenes, pero un diagnóstico y tratamiento tempranos son determinantes para que la tasa de supervivencia sea alta.“Suele debutar como una masa o nódulo indoloro en el propio testículo, por eso es importante realizarse la autoexploración de manera ocasional y consultar con el médico ante cualquier cambio en la consistencia y el tamaño de los testículos”, explica el doctor. Para confirmar el diagnóstico se realiza una exploración física, una ecografía y una analítica para detectar marcadores tumorales.
“Los chequeos urológicos y las analíticas nos permiten anticipar el diagnóstico y evitar que los tumores se presenten en una situación más avanzada, que puede estar relacionada con una enfermedad metastásica”, recalca Julio Fernández del Álamo. “Los cánceres de próstata y de testículo son dos patologías silenciosas ante las que juega un papel fundamental la prevención y el diagnóstico precoz a través de los chequeos rutinarios y la autoexploración. Es la mejor manera de cuidar la salud masculina”, concluye el jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario de Torrejón.