La Unidad de Insuficiencia Cardiaca avanzada del servicio de Cardiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal ha reunido a más de 50 asistentes en el “II Curso de Insuficiencia Cardiaca para pacientes y familiares”. En esta jornada distintos profesionales especializados han explicado la fisiopatología, los métodos diagnósticos y tratamientos más frecuentes a numerosos enfermos y cuidadores. Además, los propios pacientes, algunos de ellos trasplantados cardiacos o portadores de una asistencia ventricular han compartido su experiencia, su trayectoria de la enfermedad y su situación actual.
El evento fue coordinado por la Dra. Susana del Prado, miembro de la Unidad, y contó como ponentes a todos los facultativos de la misma: los doctores Marta Jiménez-Blanco, Paloma Remior y Jesús Álvarez, la enfermera especializada en insuficiencia cardiaca, Teresa Hernández y en investigación, Paz González, así como con la rehabilitadora cardiaca, Elisa Velasco, la arritmóloga, Cristina Lozano y los cardiólogos Miguel Castillo, David Cordero y Clemencia de Rueda.
Durante el curso, los especialistas explicaron la fisiopatología de la enfermedad, revisaron los síntomas y signos más frecuentes y describieron las pruebas diagnósticas y los tratamientos habituales. También se habló de las miocardiopatías familiares, estudios genéticos, arritmias frecuentes en insuficiencia cardiaca, el beneficio de la rehabilitación y los dispositivos para el tratamiento en situaciones avanzadas. Explicaron recomendaciones y cambios en el estilo de vida, el manejo de los síntomas, el autoajuste de tratamiento, así como la participación en ensayos clínicos y el manejo de situaciones complejas del día a día en el paciente cardiópatas.
PRIMERA CAUSA DE HOSPITALIZACIÓN EN MAYORES DE 65 AÑOS
La insuficiencia cardiaca es un síndrome clínico caracterizado por la presencia de síntomas y signos derivados de una anomalía cardiaca, estructural o funcional, que cursa con incapacidad del corazón para distribuir sangre a los diferentes órganos y/o incremento de las presiones intracardiacas. La sensación de falta de aire, la dificultad para realizar esfuerzos, la presencia de edemas en miembros inferiores o el aumento del perímetro abdominal se encuentran entre los síntomas más frecuentes.
La insuficiencia cardiaca es una auténtica prioridad de salud mundial, estimándose que 26 millones de personas en el mundo padecen esta patología. Su prevalencia es variable según la edad, llegando al 10% en edades superiores a los 70 años. Una de sus principales causas es la cardiopatía isquémica, enfermedad producida por depósito de colesterol en las arterias coronarias, que causa angina de pecho e infarto. Sin embargo, hay muchas posibles causas como infecciones virales (miocarditis), alteraciones genéticas, el alcohol, arritmias o efectos tóxicos de algunos fármacos como la quimioterapia.
La Unidad de Insuficiencia Cardíaca Avanzada del Servicio de Cardiología se puso en marcha en el año 2016 y, desde entonces, su crecimiento ha sido exponencial y su impacto positivo en los principales indicadores asistenciales ha sido notorio. Así, el pasado 2022 realizó alrededor de 7000 visitas ambulatorias, a más de 1400 pacientes distintos, ayudando a reducir la tasa de reingreso por IC a 30 días al 11%.
En esta Unidad se remiten todos los pacientes diagnosticados de insuficiencia cardiaca después de una hospitalización, así como aquellos de difícil manejo, con disfunción ventricular severa o necesidad de dispositivos específicos para su tratamiento. En la actualidad cuenta con cuatro cardiólogos dedicados a la IC avanzada, un coordinador, y una enfermera especializada. La Unidad colabora estrechamente con la Unidad de Miocardiopatías y Cardiopatías Familiares, liderada por el Dr. David Cordero, así como con el resto de secciones del Servicio de Cardiología y con otros servicios del hospital, como Nefrología, Genética, Gastroenterología, Cuidados Paliativos, Neumología y Medicina Interna.
En 2022, se realizó alrededor de 7000 visitas ambulatorias, a más de 1400 pacientes distintos, ayudando a reducir la tasa de reingreso por IC a 30 días al 11%
El grave pronóstico de la enfermedad y la elevada morbilidad asociada hace que el reconocimiento precoz de los síntomas de descompensación por parte de los pacientes y familiares, el adecuado manejo de la medicación y la búsqueda de ayuda temprana, sean extremadamente importantes para reducir la severidad de las descompensaciones y evitar ingresos. Por ello el conocimiento de la enfermedad y la educación de pacientes en autocuidado, reconocimiento de síntomas y manejo de medicación sean vitales. Además, el conocimiento de las terapias avanzadas existentes en la actualidad que cambian el pronóstico y la explicación de los tratamientos menos frecuentes, disminuyen el temor de los pacientes, ayudándoles a sentirse más cómodos con su patología ganando autonomía en su enfermedad y la toma de decisiones.
Por otra parte, la experiencia de algunos pacientes afectos, así como de familiares y cuidadores, aportan una visión personal y cercana de la enfermedad muy positiva para el resto de los enfermos. Con este fin, la Unidad celebrará semestralmente este curso cada año, siendo la próxima convocatoria para el mes de diciembre.