Las personas mayores son susceptibles a los cambios de temperatura extremos, por lo que con la llegada del calor es importante el cuidado que reciben. Hoy 21 de junio, es una fecha significativa, pues es el Día Mundial de la Ancianidad, una tradición que comenzó en 1982 cuando la Onu celebró la primera Asamblea Internacional dedicada al envejecimiento. Además coincide con el solsticio de verano, un momento perfecto para recordar cómo cuidar de nuestros mayores durante esta estación.
La exposición al sol puede ser beneficiosa, pero es crucial hacerlo de manera segura. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una exposición de 10 a 15 minutos en cara y brazos, al menos tres veces por semana. Para tiempos prolongados, es esencial el uso de protector solar. Los mayores de 65 años son especialmente vulnerables al calor debido a alteraciones en su centro termorregulador y una menor sensación de sed.
La exposición al sol puede ser beneficiosa, pero es crucial hacerlo de manera segura
Por todo ello, el Dr. Francisco Soria, geriatra del Hospital Universitario La Luz, ofrece las siguientes recomendaciones para un verano seguro y saludable:
Hidratación constante: Clave para un verano saludable. A medida que aumentan las temperaturas, es fundamental que las personas mayores se mantengan bien hidratados. Se recomienda beber al menos 8 vasos de agua al día y evitar el consumo excesivo de bebidas con cafeína o alcohol, que pueden causar deshidratación.
Alimentación Saludable: Nutrición adecuada para el verano: Una dieta equilibrada y rica en frutas y verduras frescas es crucial. Estos alimentos no solo proporcionan vitaminas y minerales esenciales, sino que también ayudan a mantener el cuerpo hidratado. Evitar comidas pesadas y optar por porciones más pequeñas y frecuentes para facilitar una digestión más rápida.
Evitar comidas pesadas y optar por porciones más pequeñas y frecuentes para facilitar una digestión más rápida
Evitar las Horas de mayor calor y realizar actividades al aire libre con precaución: Limitar las salidas al aire libre durante las horas de mayor calor, generalmente entre las 12 y las 16 horas, puede prevenir golpes de calor. En su lugar, planificar actividades al aire libre en las primeras horas de la mañana o al atardecer, cuando las temperaturas son más bajas.
Ropa ligera y fresca, vestir adecuadamente para el calor: Optar por ropa ligera, de colores claros y fabricada con materiales transpirables como el algodón, ayudará a regular la temperatura corporal. Además, no olvidar el uso de sombreros o gorras y gafas de sol para protegerse de los rayos UV.
Además de tener en cuenta estas recomendaciones del Dr. Soria, es de suma importancia tener la casa bien ventilada y mantener ambientes frescos. Es recomendable hacerlo a primera hora de la mañana o por la noche, momentos del día que el aire es más fresco.