Un nuevo análisis de datos de mortalidad en EEUU revela el impacto desproporcionado de las lesiones cerebrales traumáticas (LCT) en los adultos mayores, los hombres y ciertos grupos raciales y étnicos. El estudio, publicado en la revista revisada por pares 'Brain Injury', proporciona un análisis exhaustivo de las muertes relacionadas con LCT en diferentes grupos de población en los EEUU en 2021.
Los hallazgos indican que los suicidios siguen siendo la causa más común de muertes relacionadas con LCT, seguidos de caídas no intencionales, y grupos específicos se ven afectados desproporcionadamente por estas tragedias. Se encontró que los hombres, en particular, tenían más probabilidades de morir por un traumatismo craneoencefálico (más de tres veces la tasa de las mujeres, 30,5 frente a 9,4).
Estos hallazgos resaltan la importancia de las estrategias de prevención personalizadas para llegar a los grupos que pueden estar en mayor riesgo
Las razones observadas fueron multifactoriales y podrían reflejar diferencias en la gravedad de las lesiones después de una caída o un accidente automovilístico, así como la interacción entre el sexo y la edad (los resultados de los traumatismos craneoencefálicos en los hombres empeoran con la edad, mientras que las mujeres posmenopáusicas tienen mejores resultados que los hombres de edad similar).
"Si bien cualquier persona corre el riesgo de sufrir una lesión cerebral traumática, algunos grupos tienen más probabilidades que otros de morir a causa de ella. Identificamos poblaciones específicas que son las más afectadas. Además de los hombres, los adultos mayores corren un riesgo especial, y las caídas accidentales son una de las principales causas de muerte por lesión cerebral traumática. Los indios americanos o nativos de Alaska también tienen tasas más altas de estas lesiones fatales", desarrolla la autora principal, la doctora Alexis Peterson, del Centro Nacional para la Prevención y el Control de Lesiones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
"Estos hallazgos resaltan la importancia de las estrategias de prevención personalizadas para llegar a los grupos que pueden estar en mayor riesgo y el papel que pueden desempeñar los proveedores de atención médica en la reducción de las muertes relacionadas con el traumatismo craneoencefálico mediante una intervención temprana y una atención culturalmente sensible".
Suicidios y caídas, principales causas de muerte por traumatismos craneoencefálicos en EEUU
Los traumatismos craneoencefálicos siguen siendo una de las principales causas de muerte por lesiones en EEUU. En 2020, los traumatismos craneoencefálicos se asociaron con alrededor de una cuarta parte de todas las muertes por lesiones. Estas lesiones pueden ser consecuencia de un golpe o sacudida en la cabeza que altere el funcionamiento normal del cerebro, ya sea de forma no intencionada (como accidentes automovilísticos o caídas accidentales), autoinfligida o relacionada con una agresión.
Utilizando datos del Sistema Nacional de Estadísticas Vitales, el nuevo análisis identificó 69.473 muertes relacionadas con LCT entre los residentes de EEUU durante 2021, un promedio de 190 muertes por día. La tasa de mortalidad relacionada con TCE ajustada por edad fue de 19,5 por 100.000, lo que representa un aumento del 8,8 % con respecto a 2020.
Mediante modelos estadísticos, los investigadores examinaron el efecto simultáneo de múltiples factores, como la región geográfica, el sexo, la raza, la etnia y la edad, sobre la mortalidad relacionada con el traumatismo craneoencefálico. Los hallazgos de la investigación, dirigida por el Grupo Taylor & Francis, incluyen los siguientes datos: los adultos mayores (75+) tuvieron las tasas más altas de muertes relacionadas con TCE, siendo las caídas no intencionales la causa más común en este grupo de edad; los individuos indígenas estadounidenses/nativos de Alaska no hispanos experimentaron la tasa de mortalidad relacionada con LCT más alta (31,5) en comparación con otros grupos raciales y étnicos; se produjeron 37.635 muertes relacionadas con LCT categorizadas como lesiones no intencionales (es decir, accidentes automovilísticos, caídas no intencionales, golpes no intencionales por o contra un objeto, otros).
Los autores señalan que la pandemia de COVID-19 podría haber influido en las tendencias de muertes relacionadas con LCT en 2021
Así, 30.801 fueron categorizados como lesiones intencionales (es decir, todos los mecanismos de suicidio y homicidio). Por otra parte, los niños desde el nacimiento hasta los 17 años representaron alrededor del 4 % de las muertes relacionadas con LCT (2.977).
Los autores destacan el papel fundamental que desempeñan los profesionales sanitarios en la prevención de muertes relacionadas con traumatismos craneoencefálicos, en particular en los grupos de mayor riesgo. "Al evaluar a los pacientes que pueden tener un mayor riesgo de sufrir un traumatismo craneoencefálico, especialmente debido a caídas o problemas de salud mental, los profesionales sanitarios pueden hacer derivaciones oportunas y recomendar intervenciones adaptadas a la cultura del paciente para prevenir más lesiones o la muerte", incide la doctora Peterson.
Los esfuerzos de salud pública deben centrarse en abordar las causas subyacentes de las muertes relacionadas con el traumatismo craneoencefálico, como las caídas accidentales y las crisis de salud mental, para ayudar a prevenir más pérdidas de vidas. "Los traumatismos craneoencefálicos siguen siendo un problema de salud pública importante, especialmente entre los adultos mayores, los hombres y ciertos grupos raciales y étnicos", enfatiza Peterson. "Los CDC han demostrado que los proveedores de atención médica pueden utilizar no solo para reducir las disparidades en materia de salud que aumentan el riesgo de sufrir un traumatismo craneoencefálico, sino también para mejorar la atención a cualquier persona afectada por un traumatismo craneoencefálico".
Los autores señalan que la pandemia de COVID-19 podría haber influido en las tendencias de muertes relacionadas con LCT en 2021. También reconocen varias limitaciones de este análisis, incluida la posible clasificación errónea o la documentación incompleta de las causas en los certificados de defunción, lo que puede generar imprecisiones en la estimación de las muertes relacionadas con LCT.