El verano es, por excelencia, el momento del año para disfrutar con los amigos y con la familia de momentos de desconexión y diversión. Sin embargo, esta época tan ansiada para la mayoría puede generar cierta preocupación en el caso de los pacientes que están con tratamiento oncológico, ya que en estos días de intenso calor suelen producirse mayores problemas intestinales y riesgos de infección.
Y es que, uno de los mayores riesgos que presenta el paciente con cáncer durante los meses más calurosos es la deshidratación, debido a que durante el tratamiento de quimioterapia puede haber problemas intestinales como, por ejemplo, diarrea y alteraciones electrolíticas.
Por ello, Jordina Casademunt, nutricionista del IOB Institute of Oncology en el Hospital Quierónsalud Barcelona, ha señalado que ''es crucial mantener un buen estado de hidratación para reducir la toxicidad del tratamiento, mantener un buen tránsito intestinal y evitar un posible daño renal. En estos días es importante recordar a los pacientes que sean más conscientes de la cantidad de agua y líquido que beben''.
En estos días de intenso calor suelen producirse mayores problemas intestinales y riesgos de infección
Asimismo, la experta ha manifestado que se deben consumir verduras a diario ya que ''además de presentar una gran cantidad de agua, son ricas en fitonutrientes con demostrados beneficios anticancerígenos''.
Por otro parte, otro de los consejos que ha ofrecido la nutricionista es la de aderezar los platos con hierbas y especias. ''Son una fuente de antioxidantes que se suman al conjunto de nutrientes que aportamos en el plato. Para ello, condimenta los alimentos con hierbas veraniegas como la menta fresca, el orégano y la albahaca. La menta contribuye a mejorar la digestión y puede ser de gran ayuda para minimizar los problemas de náuseas y vómitos causados por la quimioterapia. Por otro lado, el orégano presenta activos (flavonoides) que contribuyen a mejorar las defensas y posee propiedades antiinflamatorias, y ayudan a reducir los gases abdominales'', ha comentado.
Del mismo modo, ya que el paciente oncológico tiene su sistema inmunitario debilitado y, además, muchos de los tratamientos oncológicos comprometen el recuento de glóbulos blancos, lo que puede aumentar el riesgo de infección, ''lo mejor es llevarse la comida preparada de casa o, en caso de comer fuera, procurar escoger platos que estén bien cocinados'', ha concluido Jordina Casademunt.