Hace una semana, el Ministerio de Sanidad envió a las Comunidades Autónomas una alerta sanitaria internacional decretada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) tras detectarse casos graves de hepatitis en población infantil de Reino Unido. De origen desconocido, esta patología ya se ha registrado también en Estados Unidos, Holanda, España y en Irlanda en niños de entre 2 y 7 años y se espera que aparezca en más países.
Como los diferentes tipos de hepatitis que ya se conocían, esta nueva forma de la enfermedad que afecta a menores de 10 años provoca una inflamación del hígado que puede llevar en algunos casos a un daño importante del órgano. Según señalan desde la Comunidad de Madrid, la mayor parte de los afectados “evolucionan de forma favorable”, pero es verdad que un “porcentaje menor de los casos” han precisado trasplante hepático.
La mayor parte de los afectados “evolucionan de forma favorable”
Se trata de un tipo de hepatitis “muy inusual”, según manifestaba el virólogo Will Irving a la BBC, ya que normalmente esta enfermedad no tiene una manifestación clínica en la infancia, es decir, que el virus causante de la hepatitis no provoca síntomas en los niños. Sin embargo, en este caso, se está observando una mayor virulencia unida a los síntomas comunes de la inflamación del hígado.
VOMITOS, ICTERICIA O DOLOR ABDOMINAL
Como recoge en su blog el Dr. Ignacio López-Goñi, los niños que han contraído esta hepatitis estaban sanos una semana antes del diagnóstico y desarrollaron los síntomas comunes de la hepatitis en su forma aguda, tal y como recoge una investigación sobre los casos en Escocia desde el 1 de enero al 12 de abril de 2022, publicada en la revista Eurosurveillance.
Estos síntomas fueron ictericia, es decir, coloración amarillenta de la piel, las membranas mucosas y los ojos; dolor abdominal; náuseas y malestar general. En la mayoría de los casos se desarrolla sintomatología gastrointestinal que incluye diarrea, vómitos o letargo. Pero ninguno presentó fiebre, lo que ha hecho que los investigadores descarten una infección bacteriana.
En la mayoría de los casos se desarrolla sintomatología gastrointestinal que incluye diarrea, vómitos o letargo
Del total de casos identificados, unos 80 casos conocidos hasta la fecha, la mayoría se han recuperado, algunos han precisado de hospitalización y unos seis niños han sido sometidos a un trasplante hepático por el daño causado por la inflamación del hígado. Según destaca el Dr. López-Goñi, “lo que desconcierta es el aumento de casos en un periodo de tiempo muy corto, la gravedad de los mismos y que no se conoce, de momento, la causa”.
ORIGEN DESCONOCIDO
Por el momento son varias las hipótesis que se han barajado acerca del origen de esta hepatitis. Hasta el momento se han descartado todos los virus de la A a la E detrás de las hepatitis víricas y las bacterias. También se ha descartado su relación con la vacuna Covid-19, al haberse presentado en niños que no se han vacunado, y la relación con una intoxicación alimentaria.
Aunque el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) señalaba a mediados de la semana pasada que no hay una conexión clara entre los casos notificados, los investigadores apuestan cada vez más por un adenovirus. Este tipo de virus suele estar detrás de catarros que cursan junto con diarrea o vómitos, y en casos muy excepcionales puede causar una hepatitis que en el caso de paciente inmunocomprometidos puede ser fulminante. También cabe la posibilidad que la causa sea un virus desconocido.
Las investigaciones siguen en curso tanto en Europa como en Estados Unidos y la OMS mantiene la alerta ante la posibilidad de que sigan dándose casos. “Esto debe tomarse con seriedad. El aumento es inesperado y se han excluido las causas habituales”, señalaba en un comunicado la Oficina Regional de la OMS para Europa.