Los casos de hepatitis aguda infantil caen, pero las causas no se esclarecen, ¿qué sabemos?

Las investigaciones continúan sin una conclusión definitiva. Por el momento, todo apuntaría a una mayor susceptibilidad a los adenovirus o a la infección Covid

Niño con sospecha de hepatitis aguda infantil
Niño con sospecha de hepatitis aguda infantil
Paola de Francisco
6 septiembre 2022 | 00:00 h

En abril saltaban las alarmas en Reino Unido al diagnosticarse varios casos de una hepatitis aguda de origen desconocido en niños menores de 16 años, principalmente en menores de cinco años. Estos primeros casos pronto saltaron a otros países, en total 35 han registrado esta patología. Desde entonces se han notificado 513 casos y tres muertes en Europa, dos de ellas en España, según datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), a 25 de agosto. En el mundo, según el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a 8 de julio había 1.010 casos probables de los cuales 22 habían fallecido a causa de la enfermedad.

La gravedad de la enfermedad y la letalidad (un 2%, la Covid-19 actualmente tiene una letalidad de 1,7%) preocuparon especialmente a los expertos. Los casos de hepatitis idiopática en niños no son extraños, es común que cada año un pequeño porcentaje de niños desarrollen una hepatitis que no responda a ninguno de los virus conocidos (A, B, C, D o E) o alguna enfermedad, pero en este caso la rápida evolución y el empeoramiento hacia una insuficiencia hepática en pequeños que no tenían antecedentes médicos asombraron a los profesionales sanitarios.

Durante este tiempo el 5% de los pacientes han precisado de trasplante de hígado en el mundo, una tasa que se eleva al 8% en el caso de Europa

En un estudio publicado en ‘The New England Journal of Medicine’ señalan que el 14% desarrolló insuficiencia hepática fulminante y precisan de un trasplante. Durante este tiempo el 5% de los pacientes han precisado de trasplante de hígado en el mundo, una tasa que se eleva al 8% en el caso de Europa. Una intervención, el trasplante, que en algunos casos ha llegado tarde y no ha podido evitar el fallecimiento del niño, como ha pasado con los dos fallecidos en España.

EVOLUCIÓN DEL NÚMERO DE CASOS

Desde enero se observó a nivel europeo un aumento de casos de hepatitis aguda de etiología desconocida en niños. Los casos durante enero y febrero se mantuvieron en 10 o menos a la semana, según las estadísticas recogidas por el ECDC. Durante marzo se produjo un ligero aumento de casos hasta los 15 semanales, pero la primera semana de abril, cuando saltaron las alarmas en Reino Unido (UK por sus siglas en inglés), se registró un aumento hasta 37 casos en Europa.

Esa semana, la primera de abril, se registraban 27 casos en Reino Unido y cinco en España, los dos países que durante este tiempo han registrado más casos. Hasta fecha de 25 de agosto, UK había registrado 273 niños con hepatitis y España 46, muy alejados del siguiente país en casos, Portugal con 20. Durante los siguientes meses la cifra de casos siguió al alza tanto en nuestro país como en el de habla inglesa. Sería en junio cuando empezarían a caer los casos ha cifras de enero y febrero, con un máximo de 17 casos la primera semana.

Desde julio, según lo recogido por el ECDC, no se han registrado apenas casos

Desde julio, según lo recogido por el ECDC, no se han registrado apenas casos, de hecho, durante dos semanas no se notificó ningún caso de hepatitis y el último informe señala que en agosto solo se han notificado cinco casos nuevos: dos en Irlanda y tres en Polonia, por lo que se está observando una caída de casos.

CAUSA, SIN UNA LÍNEA CLARA

Con lo más grave pasado, lo cierto es que la causa de estos casos de hepatitis severa en niños sigue siendo desconocida. En la mayoría de los casos de hepatitis de origen desconocido la causa es una infección, por lo que, tras descartar tóxicos, se han puesto los focos en virus como el adenovirus 41 o el SARS-CoV-2. Durante este tiempo, la OMS señaló que el adenovirus 41 no explicaría la severidad del cuadro clínico y un editorial de la revista ‘The Lancet Infectious Disease’ recordó que "no todos los niños dieron positivo para adenovirus, los que dieron positivo a menudo lo hicieron solo en sangre total (las muestras de hígado y plasma han sido en gran parte negativas) y las concentraciones en sangre total han sido bajas”.

“Puede ser que los niños que pasaron la Covid se expusieran después al adenovirus y tuvieran una alta reacción inmune que les produjera inflamación y hepatitis”

Sobre la Covid-19, descartada la asociación de la vacuna, se observó que el 70% de los niños habían pasado esta enfermedad antes de desarrollar la hepatitis. En algunos casos, según explicaba la Dra. Philippa Easterbrook en un capítulo de ‘Sciencie in 5’ de la OMS, “puede ser que los niños que pasaron la Covid se expusieran después al adenovirus y tuvieran una alta reacción inmune que les produjera inflamación y hepatitis”.

Dos estudios dirigidos por la Universidad de Glasgow y el Hospital Great Ormond Street en Londres han sugerido a su vez que otro virus común, el virus adenoasociado 2 (AAV2), estuvo presente en la mayoría de los casos (96%) y probablemente esté involucrado en las complicaciones hepáticas raras pero graves. Sin embargo, los propios investigadores reconocen que el origen de los brotes seguirían sin estar claros.

“Es importante que los países permanezcan alerta ante la posibilidad de nuevos casos y que se mejore la atención”, señalaba la Dra. Easterbrock. Que con todo lo vivido estos meses se muestra más optimista porque “el número de casos ha disminuido, siguen siendo raros y la mayoría de los niños se recuperan”.

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