En el marco de la Semana para la Promoción del Uso Óptimo de Componentes Sanguíneos, impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH)y la Fundación CAT, organismo de certificación de la calidad en transfusión, terapia celular y tisular de la SEHH y de la Sociedad Española de Transfusión Sanguínea (SETS), han pedido la puesta en marcha de programas "Patient Blood Management" (PBM) en todos los centros sanitarios y áreas de salud de nuestro país. Todo esto con el fin de "optimizar la práctica transfusional, con el fin de mejorar los resultados clínicos y la seguridad de los pacientes, a la vez que reducen y ahorran recursos sanitarios”, señala Cristina Arbona Castaño, vocal de la SEHH y directora del Comité Técnico Asesor de la Fundación CAT.
Precisamente, “el plan de actuación de la OMS sobre acceso universal a productos sanguíneos seguros, eficaces y de calidad, remarca el PBM entre sus seis objetivos a desarrollar entre 2020 y 2023”, añade.
Entre otras demandas, esta experta pide que se promueva un Plan Nacional de PBM con carácter obligatorio, “tal y como ya se ha hecho en Italia, Portugal o Reino Unido”. Además, considera clave su inclusión en los programas formativos de pregrado y postgrado de todas las carreras sanitarias. “Hay que hacer análisis comparativos y auditorías sobre la práctica transfusional de todos los componentes sanguíneos y de la implantación del PBM”, afirma.
Hematólogos defienden la optimización de la transfusión en todos los centros sanitarios de España
Y también añade que “habría que incluir este asunto en los pactos de gestión y contratos programa de los centros sanitarios y servicios, así como promover la implantación de la Vía RICA (Recuperación Intensificada en Cirugía del Adulto), avalada por el Ministerio de Sanidad, a través de Guía Salud, y en la que han participado más de 40 asociaciones médicas, de enfermería y de pacientes, entre ellas la SEHH y la SETS.
Según comenta José Antonio García Erce, director del Banco de Sangre y Tejidos de Navarra y representante de la SEHH en la Vía RICA y en la actualización de 2013 del Documento Sevilla de Consenso sobre Alternativas a la Transfusión de Sangre Alogénica, “la anemia, la hemorragia y la transfusión sanguínea se asocian con peor resultado clínico”. Entre sus objetivos de desarrollo sostenible para 2025, la OMS “contempla la reducción de la anemia en la mujer en un 50%, dado que esta afección “se asocia con un mayor riesgo de hemorragia postparto y un mayor consumo de componentes sanguíneos, entre otras muchas cosas”, explica.
Por su parte, la transfusión sanguínea sería “uno de los actos médicos más frecuentes y constituye el cuarto grupo terapéutico con mayor número de recomendaciones de no hacer”, apunta José Antonio García Erce. Sobre esto último, cabe recordar que la SEHH cuenta con un documento propio elaborado en 2013 y avalado por el Ministerio de Sanidad.
“En España, el consumo de albúmina e inmunoglobulinas ha aumentado un 50% y un 100%, respectivamente, entre 2010 y 2019”. Sin embargo, nuestro país es deficitario en estos hemoderivados plasmáticos. “Tenemos que importar alrededor del 70% de las inmunoglobulinas consumidas y casi el 50% de la albúmina. España solo enviaría cada año unos 8 litros de plasma por cada 1.000 habitantes para fraccionamiento, cuando la media europea es de 15 litros, bastante lejana de los 50- 60 litros de los países centro europeos y de los más de 150 de Estados Unidos”, explica.