Siete de cada diez españoles que veían la televisión este lunes eligieron el partido del Mundial de Rusia que enfrentó a España con Marruecos. La competición deportiva reunió a un extraordinario 70,3% de share manteniendo frente a la pequeña pantalla nada menos que a 11 millones de espectadores. Este tipo de eventos deportivos suelen tener también repercusión en el ámbito sanitario.
De hecho, un estudio realizado por médicos españoles en 2014 concluyó que en horas coincidentes con un partido de fútbol, el número de visitas a las urgenciasde los hospitales se reduce en un 34,6%. El descenso es aún superior, hasta un 43,9%, en los casos que se definen por los especialistas como visitas de urgencias consideradas no banales.
Los profesionales sanitarios perciben en muchas ocasiones que se producen menos visitas a urgencias durante la retransmisión de eventos como partidos de fútbol
Con motivo de la celebración del Mundial de Fútbol de Rusia 2018, el médico de Urgencias Juan Toral, uno de los autores de este análisis, ha recuperado la investigación que en su día realizaron basándose en las visitas a urgencias durante varios partidos de La Liga y de la Champions en 2014.
El motivo del estudio surgió por la sensación percibida de los profesionales de urgencias de varios hospitales españoles cuando se produce un evento televisivo importante. Notaban que la asistencia a los servicios de las Urgencias hospitalarias era menor.
CONTRASTE CON LOS COLAPSOS DE URGENCIAS EN VERANO
Este tipo de situaciones excepcionales contrastan con la asistencia masiva de usuarios y pacientes del Sistema Nacional de Salud (SNS) a los servicios de Urgencias de los hospitales públicos. En la época estival, de hecho, se suelen denunciar varios casos de colapso en diferentes centros de todo el territorio nacional.
Una de las causas, tal y como suelen denunciar los sindicatos de profesionales sanitarios, es el cierre de centros de salud durante el verano o la reducción de sus horarios. Las consecuencias más notables de la disminución del servicio son un colapso matinal de los centros de salud y el consecuente traslado de los pacientes con síntomas aparentemente leves directamente a urgencias, por lo que la afluencia de los hospitales se dispara hasta el punto de que no se puede asumir toda la demanda.