Un grupo de investigadores del Instituto de Ciencias del Cáncer de Singapur (CSI Singapore), de la Universidad Nacional de Singapur y del Instituto del Genoma de Singapur (GIS) y de la Agencia de Ciencia, Tecnología e Investigación (A*STAR), han hallado cuatro componentes farmacológicos potenciales para combatir el carcinoma hepatocelular, el tipo más común de cáncer de hígado.
El carcinoma hepatocelular (CHC) se encuentra presente en el 85% de los cánceres de hígado. A nivel global, la ausencia de soluciones efectivas para su tratamiento convierten al cáncer de hígado en la segunda causa de muerte por cáncer. Actualmente, los medicamentos que se utilizan para su tratamiento (sorafenib o regorafenib) únicamente se emplean en estadios avanzados por lo que se requieren avanzas terapéuticos.
Es por esto que el grupo de investigadores ha creado una plataforma de detección de fármacos orientados al gen de este tipo de cáncer aprovechando las bibliotecas de moléculas sintéticas y compuestos naturales. El objetivo de esta acción se orienta a la identificación de posibles candidatos a fármacos contra el SALL4, un tipo de gen del cáncer que se encuentra relacionado con el carcinoma hepatocelular.
El SALL4 se trata de una proteína fundamental para el desarrollo embrionario temprano pero que, de forma general, suele aparecer silenciada en los tejidos adultos. Ahora se ha encontrado que esta proteína se reactiva en varios tipos de cáncer y se expresa entre el 30% y el 50% de los casos de CHC.
Estos compuestos naturales podrían limitar el crecimiento de células cancerosas de CHC ligadas a SALL4. Una sonda en estos compuestos reveló que son inhibidores de la fosforilación oxidativa, una vía metabólica que promueve el crecimiento de células cancerosas con alta expresión de SALL4.
Estos compuestos naturales podrían limitar el crecimiento de células cancerosas de CHC ligadas a SALL4
Las conclusiones de la investigación revelan que la oligomicina es el compuesto natural más potente entre los identificados. Este tenía una mayor eficacia que el fármaco estándar de atención existente sorafenib en estudios preclínicos, y mostró poca toxicidad a dosis efectivas. La oligomicina es producida por la bacteria 'Streptomyces'. Cuando se combina con sorafenib, la oligomicina podría reducir aún más el crecimiento de tumores CHC ligados a SALL4 in vivo.
Cabe destacar que la oligomicina puede utilizarse también para suprmir otros cánceres relacionados con el SALL4 como es el cáncer de pulmón. Además esta proteína sirve como biomarcador potencial para que los médicos seleccionen pacientes con cáncer que podrían beneficiarse de las terapias que involucran inhibidores de la fosforilación oxidativa que interrumpen el metabolismo de ciertos tipos de tumores.
De cara al futuro el grupo de investigadores planea desarrollar aún más los inhibidores de la fosforilación oxidativa descubiertos para las pruebas clínicas en pacientes con cáncer, con la esperanza de ofrecer una opción de tratamiento más efectiva para los pacientes con cánceres relacionados con SALL4. El equipo también apunta a expandir su innovadora plataforma de detección de drogas para descubrir drogas que se dirigen a otros genes cancerosos en diferentes tipos de cáncer.