Guerras, emergencias y pandemia: impacto en la lactancia materna

El objetivo para 2025 es que el 50% de los niños menores de seis meses se alimenten solo de leche materna. Sin embargo, a 2022 la cifra está en el 44%, agravada por conflictos y la Covid

Leche materna (Foto. Freepik)
Leche materna (Foto. Freepik)
Paola de Francisco
2 agosto 2022 | 17:45 h
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En los conflictos, emergencias sanitarias, desastres naturales y crisis, los más perjudicados siempre son los mismos: los niños. El acceso a la alimentación empeora en estas situaciones, principalmente en los países más pobres, y con ello el pronóstico y desarrollo de estos niños que crecen con su integridad física y psicológica amenazada. En este punto, es especialmente preocupante la situación de los lactantes.

La lactancia materna es esencial para el desarrollo de los recién nacidos. Los expertos coinciden en señalar que se trata de la intervención sanitaria menos costosa y con más beneficios para la salud que existe. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niños amamantados son menos propensos al sobrepeso o la obesidad y a padecer diabetes, también tienen un mejor desempeño de las pruebas de inteligencia. Es por ello que desde la OMS recomiendan que en los primeros 6 meses de edad del bebé se le alimente exclusivamente con leche materna.

Para 2025 se estableció el objetivo de que el 50% de los recién nacidos en el mundo se beneficiaran de la lactancia materna exclusiva. Sin embargo, pese a la mejora en las últimas décadas, todavía nos encontramos lejos de estas cifras, según los últimos datos de la OMS. Regiones como el África subsahariana tenían a principio de siglo solo un 25% de lactantes menores de seis meses, en 2010 esta cifra aumentó hasta el 35% y en 2016 alcanzó el 45%. Pero países como Angola (37% a 2016), Bostwana (20% a 2016) o Senegal (36% a 2016) están lejos de estas cifras, según datos del Banco Mundial de la Salud. El porcentaje de lactantes varía desde el 40% en África central, Oeste de África y Sur de Asia, hasta el 60% en el Este y Sur de África. Y en los países de mayores ingresos no se disponen de datos oficiales al respecto, según publicaba la Asociación Española de Pediatría (AEP) en un informe en 2016. En España los datos de la Encuesta Nacional de Salud de 2017 señalan que la tasa de lactancia materna exclusiva a los seis meses es del 39%.

77 millones de recién nacidos no reciben leche materna en su primera hora de vida, según datos de UNICEF

“Durante emergencias sociales, como las ocurridas en Afganistán, Yemen, Ucrania, el Cuerno de África y el Sahel, la lactancia es una herramienta de nutrición accesible para los bebes y los niños pequeños. Una poderosa línea de defensa”, indica la OMS.  Sin embargo, durante estos últimos años las dudas con la Covid-19 y el estrés emocional, el cansancio psicológico, la falta de privacidad en algunos lugares o las pobres condiciones de higienes de las madres en lugares en emergencia han hecho “que muchos bebés no puedan beneficiarse de la lactancia”. De esta forma, solo el 44% de los bebés en el mundo tienen una nutrición exclusiva de leche materna, frente al objetivo del 50% para 2025. Además, 77 millones de recién nacidos no reciben leche materna en su primera hora de vida, lo que les hace más vulnerables a enfermedades y a la muerte. Retrasar la lactancia materna de 2 a 23 horas después del nacimiento aumenta el riesgo de morir en los primeros 28 días de vida en un 40%. Retrasarla por 24 horas o más incrementa este riesgo hasta un 80%, según datos de UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia).

EL ESTRÉS EN LA LACTANCIA

La Covid-19 ha supuesto un duro golpe a la lactancia materna. La incertidumbre por las consecuencias que podría tener la infección Covid-19 o la existencia de anticuerpos por la vacuna en la madre en el niño lactante produjeron que muchas mujeres se decantaran por no dar el pecho a sus hijos, pese a las recomendaciones de los pediatras. Un estudio publicado en la revistaBreastfeeding Medicine recoge que durante la pandemia las tasas se redujeron significativamente de 79,66% a 76,96% en el caso de cualquier tipo de lactancia materna al mes. El porcentaje de lactantes que recibieron cualquier tipo de lactancia materna a los tres y seis meses disminuyó significativamente del 64,57% al 56,79% y del 48,69% al 38,62% respectivamente.

“Proteger, promover y apoyar la lactancia materna es más importante que nunca”

Y a esto se suman la inseguridad de los conflictos, algunos más recientes como el de Ucrania, y otros que llevan años como el de Yemen. Diversos estudios señalan que los conflictos llevan a una mayor exposición para las mujeres y los niños a la anemia, las alteraciones nutricionales y de crecimiento, trastornos psicológicos y violencia sexual. Esto se traduce en una disminución de la prevalencia y duración de la lactancia materna y aumento de uso de fórmula infantil, lo que implica graves riesgos para la salud infantil, ya que los lactantes alimentados con fórmula en situaciones de catástrofe tienen mayor tasa de mortalidad.

La única opción ante esta situación son programas y planes de protección y apoyo a la lactancia materna. Como indican desde la Iniciativa para la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN): “Identifique, priorice e inicie las intervenciones, conforme al acceso y al contexto. Por lo general, la lactancia materna y el apoyo de alimentación complementaria (motivar a las madres a que amamanten, apoyar a las madres para que accedan a otros servicios, como la distribución de efectivo y artículos no comestibles, etc.), la asistencia psicosocial, la movilización comunitaria y la oposición a las donaciones de sustitutos de la leche materna comprenderían las actividades de respuesta inicial. Estas actividades no requieren capacidades técnicas especializadas”.

La propia OMS refleja la necesidad de que los recién nacidos hospitalizados, “excepto los que padecen enfermedades metabólicas poco frecuentes, se beneficiarán de la lactancia materna y la leche humana”, que se debe apoyar la lactancia materna desde las instituciones y ofrecer formación a los padres. “Proteger, promover y apoyar la lactancia materna es más importante que nunca, no solo para proteger nuestro planeta como el primer sistema alimentario natural y sostenible definitivo, sino también para la supervivencia, el crecimiento y el desarrollo de millones de bebés”, indican desde la OMS.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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