La convivencia con los adolescentes, por norma general, suele presentar bastantes retos y dificultades, pero si encima se suma que es verano, época en la que se encuentran ajenos a rutinas y están más descontrolados, la relación que se establece con las familias es prácticamente nula.
De hecho, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), las relaciones en las familias de los más de cuatro millones de adolescentes entre 12 y 14 años que hay en España pueden presentar algunos retos.
Es por ello que Mónica Villar, psicóloga infantil y neuropsicóloga clínica del hospital Ribera Povisa (Vigo) da cinco claves para intentar superar con éxito y paz familiar estas vacaciones.
Villar: "La adolescencia es un tiempo de desafíos, crecimiento y cambios, físicos y hormonales, que ayudan a construir la propia identidad"
"La adolescencia es un tiempo de desafíos, crecimiento y cambios, físicos y hormonales, que ayudan a construir la propia identidad", explica Mónica Villar, quien añade que esos cambios "modifican el estado de ánimo de los adolescentes de forma muy rápida, y eso se refleja en emociones intensas y un comportamiento variable".
El consejo básico de esta especialista a las familias es "reconocer y aceptar que nuestros hijos e hijas han crecido y su mundo se ha ampliado más allá de la familia". También añade que, "los padres deberíamos hacer una reflexión sincera de cómo reconocemos y gestionamos nosotros las emociones y ayudarles a entender que todas las emociones tienen un papel importante en nuestra vida, para conectar con nosotros mismos, con los demás y hacer frente al entorno".
Películas como Inside Out 2 ponen el foco en la validación y reconocimiento de todo tipo de emociones
Películas como Inside Out 2, estrenada el pasado mes de junio, ponen el foco en la validación y reconocimiento de todo tipo de emociones.
La psicóloga infantil y neuropsicóloga clínica del hospital Ribera Povisa, recomienda que, para ayudar a los adolescentes, que viven cambios físicos y de ánimo muy rápidos, a veces imprevisibles, mediatizados por la aprobación de amigos, la exigencia académica, enamoramientos o cambios familiares, es importante trabajar las siguientes habilidades:
- Empatía: reconocer que, para nuestro hijo e hija, adaptarse a los cambios físicos y sociales a los que tiene que hacer frente no es fácil. Hacerle saber que respetamos su proceso pero que también nosotros, como adultos, podemos cometer errores al acompañarlo y que él también tiene que respetar el nuestro.
- Practicar la escucha activa: hacer saber que le escuchamos, queremos saber lo que le preocupa y lo que hace. Y por eso le preguntamos, porque es una persona importante para nosotros. Evitar comparar nuestra situación con la de ellos porque estamos en momentos evolutivos distintos.
- Comunicación asertiva: validar las emociones, tener en cuenta que en estos momentos da mejor resultado conversaciones breves, con un único mensaje que brille por encima de los demás.
- Recordar que los errores son oportunidades para aprender. Los corregimos y aplicamos medidas proporcionales, teniendo en cuenta las características del adolescente y la situación familiar concreta.
- Propiciar momentos de alegría y complicidad en lo cotidiano. Si queremos fomentar el pensamiento positivo, agradecer en voz alta, suele ser un buen recurso.
La especialista del grupo sanitario Ribera recuerda que reconocer y validar las emociones es importante también en los adultos. "Son una respuesta del organismo ante un estímulo, un suceso o un cambio en nosotros mismos o en nuestro entorno, y nos dan información sobre cómo estamos, cómo nos sentimos y cómo percibimos lo que pasa a nuestro alrededor”, explica.
"Las emociones no son buenas ni malas, ni positivas ni negativas”
"Las emociones no son buenas ni malas, ni positivas ni negativas”, explica, pero añade que "lo que puede ser agradable o desagradable son las sensaciones que producen esas emociones en base a cómo impactan en las relaciones con amigos, familia o estudios".
Por eso, concluye, es importante "trabajar recursos para reconocer y regular las emociones en intensidad y ayudar a que influyan positivamente en nuestra conducta".