La aparición y propagación de la resistencia a los antimicrobianos es una amenaza grave para el tratamiento y control de la gonorrea. Así lo destaca el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (EDCD), en su nuevo informe sobre la susceptibilidad antimicrobiana gonocócica en la Unión Europea.
No en vano, y como recalcaba este lunes el director general de Salud Pública y Equidad en Salud, Pedro Gullón, durante la presentación este lunes de la nueva campaña para prevenir las ITS en jóvenes, los casos de esta infección están aumentando en España. Los jóvenes, de hecho, son los que más la presentan, pues la detección en menores de 25 es ya del 23,8%.
Tal y como explica el informe del ECDC, en 2022, 23 países europeos presentaron 4.396 aislamientos de pacientes diagnosticados con gonorrea en el Programa Europeo de Vigilancia Antimicrobiana Gonocócica (Euro-GASP). En esta ocasión, la proporción de cepas aisladas resistentes a la azitromicina (un antibiótico de amplio espectro) aumentó significativamente hasta el 25,6%. Cabe destacar que el año pasado la proporción era del 14,2%, es decir, que ha aumentado en más de diez puntos.
La proporción de cepas aisladas resistentes ha aumentado significativamente hasta el 25,6%
Este hallazgo es "especialmente preocupante", alerta la entidad, pues la azitromicina es lo que se suele utilizar para tratar la gonorrea junto a otros fármacos. Pero además, estos otros fármacos también están empezando a presentar datos de resistencia.
Es el caso de la ciprofloxacina: el 65,9% de las cepas aisladas mostraron resistencia en 2022, frente al 62,8% en 2021. En el caso de la cefixima la resistencia sigue siendo baja (0,3%), pero "la vigilancia continua es crucial, en particular porque las cepas gonocócicas resistentes a la cefixima y la ceftriaxona se están propagando internacionalmente".
Tanto es así que, en 2022, se notificaron un total de 70.881 casos confirmados de gonorrea en 28 países de la UE, lo que representa un aumento del 48% con respecto a 2021. Esta tasa es la más alta registrada desde que comenzó la vigilancia europea de las infecciones de transmisión sexual en 2009.
La tasa de casos es la más alta registrada desde que comenzó la vigilancia europea de las infecciones de transmisión sexual en 2009
Si bien la mayoría de las infecciones por gonorrea siguen siendo tratables con los antibióticos recomendados actualmente, "las tendencias crecientes de la resistencia son motivo de preocupación y exigen una mayor vigilancia", recalcan desde la entidad. "El aumento de cepas resistentes puede comprometer la eficacia de las opciones de tratamiento existentes, lo que plantea un importante desafío de salud pública hasta que estén disponibles nuevas opciones terapéuticas".
Es por ello que el ECDC recomienda mejorar la vigilancia, continuar y ampliar la vigilancia de la susceptibilidad a los antimicrobianos con garantía de calidad para detectar rápidamente los patrones de resistencia, y revisar y actualizar periódicamente las pautas de tratamiento.
Finalmente, "el ECDC destaca la importancia de la prevención para frenar la propagación de la gonorrea y mitigar el riesgo de resistencia a los antimicrobianos. Promover prácticas sexuales más seguras, incluido el uso constante y correcto de preservativos durante las relaciones sexuales vaginales, anales y orales, es crucial para reducir la transmisión. También es fundamental realizar pruebas de detección", concluyen.