GeSIDA: “Si Estados Unidos retira sus fondos contra el VIH, volveríamos a la era pre-tratamiento”

La posible retirada de fondos por parte de EE. UU. amenaza los avances logrados en prevención y tratamiento. ConSalud.es analiza las consecuencias que tendría con la secretaria del Grupo de Estudio del Sida (GeSIDA)

Dra. María Velasco, secretaria del Grupo de Estudio del Sida (GeSIDA) (Montaje Consalud)
Dra. María Velasco, secretaria del Grupo de Estudio del Sida (GeSIDA) (Montaje Consalud)
Diego Domingo
31 enero 2025 | 16:00 h
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Estados Unidos ha hecho saltar las alarmas después de que recientemente haya puesto sobre la mesa la intención de retirar su financiación al programa de Onusida, lo cual podría tener consecuencias devastadoras en la lucha global contra el VIH. Tras las reacciones de preocupación mostradas por los diferentes agentes implicados en la lucha contra esta enfermedad, desde la administración liderada por Trump, han puesto en cuarentena esta decisión cuyas consecuencias hemos querido analizar al detalle. 

En una entrevista concedida a ConSalud.es, la Dra. María Velasco, secretaria del Grupo de Estudio del Sida (GeSIDA), indica que esta medida supondría un "impacto tremendo" en los planes de eliminación del virus. "Estados Unidos es el principal donante, con diferencia, del programa de Onusida, que está dirigido a países con escasos recursos para proporcionar tratamiento y prevención del VIH", advierte la Dra. Velasco. De hecho, el 75 % de estos fondos está destinado a países africanos, mientras que el resto se distribuye en América Latina y Asia.

UN RETROCESO EN LA ERRADICACIÓN DEL VIH

La interrupción de esta financiación podría hacer que "más de la mitad de los pacientes que están en tratamiento se queden sin acceso a él", lo que, según la experta, provocaría un aumento significativo de los casos de sida y muertes relacionadas con la enfermedad. "Podríamos encontrarnos con un escenario similar al que vivimos antes de la existencia del tratamiento antirretroviral", alerta.

Las consecuencias de interrumpir el tratamiento con el VIH, detalla la Dra. Velasco “son el rebote de la carga viral con la consiguiente pérdida de inmunidad, de caída del linfocito CD4, y cuando eso baja a determinado nivel, empieza a haber infecciones importantes y también tumores. Dependiendo de cada caso, en un plazo que puede oscilar entre meses y años, una persona sin tratamiento desarrollará SIDA y morirá por ello”.

“Si esta se mantiene en el tiempo, en pocos años, tendríamos un escenario de evolución de VIH con SIDA, y muerte por SIDA en países africanos, americanos y asiáticos”

A esto se suma el impacto en los programas de prevención, que reciben una parte considerable de estos fondos. "Si se interrumpe la prevención materno-infantil y en jóvenes, se generará un aumento en el número de nuevas infecciones", advierte Velasco. "Sin prevención y con pacientes sin tratamiento que tienen alta carga viral, se perderían todos los avances logrados en el control de la epidemia", lamenta. 

Los esfuerzos globales en las últimas décadas han permitido una reducción del 60 % en la incidencia de nuevas infecciones y en la mortalidad, según Velasco. "Aún así, 600.000 personas murieron el último año por VIH. Pero, gracias a estos programas, más de 20 millones de personas en el mundo reciben tratamiento", destaca. “Además de perder vidas humanas, vamos a perder todo el trabajo que se ha invertido, porque el planeta es una aldea global”. En esta línea, la Dra. Velasco afirma que “lo que pasa en un lugar del planeta afecta sobre todo en esa zona, pero se puede extender a otros lugares del planeta, como estamos viendo ahora con las enfermedades emergentes”.

La experta sostiene que “si miramos al futuro, el hecho de que se hayan conseguido importantes descensos y haya mucha gente diagnosticada y tratada, significa que esas cifras van a ser mejores. Y si conseguimos que tiendan a cero, eso significaría un control de la enfermedad”, subraya. “No sólo estamos poniendo en juego vida de personas, sino la posibilidad de controlar una enfermedad muy terrible”, añade.

“No sólo estamos poniendo en juego vida de personas, sino la posibilidad de controlar una enfermedad muy terrible”

Sin los fondos de Estados Unidos, las estrategias de lucha contra el VIH quedarían gravemente limitadas. "Se tendría que reducir el número de beneficiarios, pasando de 20 millones a menos de 10 o incluso 5 millones de personas", explica la especialista. "Habría que priorizar las zonas más afectadas o centrarse en el tratamiento en lugar de la prevención".

"UN MISIL EN LA LÍNEA DE FLOATACIÓN DEL BARCO" A LA META DE 2030
  
La posible retirada de Estados Unidos también compromete los planes globales para erradicar el VIH en 2030. "Es un misil en la línea de flotación del barco", afirma Velasco. "Sin esos fondos, muchas zonas del mundo volverían a la situación de los años 80 y 90, a la era pre-tratamiento".

Desde GeSIDA, la experta recalca la importancia de "mantener el tratamiento antirretroviral universal, el diagnóstico y la prevención para todas las personas afectadas por el VIH o en riesgo de contraerlo". En un mundo interconectado, la retirada de fondos no solo tendría consecuencias devastadoras en los países más vulnerables, sino que podría afectar la evolución global de la epidemia. "Lo que pasa en un sitio lejano nos puede acabar afectando a todos", concluye Velasco.

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