GeSIDA, Grupo de Estudio del SIDA de la SEIMC (Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica), ha emitido un comunicado en el que lamentan que el Ministerio de Sanidad haya excluido de la financiación pública fostemsavir, uno de los escasos medicamentos disponibles para, en combinación con otros antirretrovirales, tratar a pacientes con infección por VIH resistente a múltiples fármacos y para los cuales el tratamiento antirretroviral actualmente disponible no logra la supresión virológica.
Los pacientes infectados por VIH con resistencia a múltiples fármacos antirretrovirales tienen un riesgo incrementado de fracaso terapéutico y, en ese caso, riesgo de progresión de la enfermedad en forma de inmunodepresión y complicaciones clínicas. En este panorama, las opciones de tratamiento son limitadas y requieren de fármacos con un perfil de toxicidad y conveniencia peor que las opciones terapéuticas recomendadas de elección de primera línea de tratamiento.
“La exclusión de financiación del fostemsavir es difícilmente justificable, ya que aunque la población no es numerosa, el tratamiento es esencial dada la inexistencia de recursos terapéuticos equivalentes en este momento"
Según apuntan desde GeSIDA, en muchas ocasiones, la única alternativa viable es la introducción de fármacos de nuevas clases, con nuevos mecanismos de acción, sin resistencia cruzada y con una buena tolerabilidad que permita la construcción de un régimen terapéutico eficaz que pueda ser bien tolerado a largo plazo.
“La exclusión de financiación del fostemsavir es difícilmente justificable, ya que aunque la población no es numerosa, el tratamiento es esencial dada la inexistencia de recursos terapéuticos equivalentes en este momento. Se limita así la posibilidad de diseñar nuevos regímenes de rescate efectivo para pacientes en situaciones clínicas tremendamente comprometidas. Además, muchos de los pacientes que habían obtenido un beneficio clínico gracias al acceso a fostemsavir por su participación en ensayos clínicos deberán suspenderlo, con el riesgo de poner en peligro la eficacia del tratamiento”, explica la Dra. Rosario Palacios, presidenta de GeSIDA.
En España se calcula que la prevalencia de VIH en adultos con resistencia a, al menos, tres clases de antirretrovirales es del 0,46%, de los que un 33% no tiene la carga viral suprimida o presenta problemas de toxicidad o de interacciones medicamentosas con su régimen terapéutico actual (prevalencia global dentro de la población total VIH del 0,15%). Además, se estima que un 96% de estos, serían candidatos para el uso de nuevos antirretrovirales, tal y como recoge el estudio PREVIAR, presentado en el Congreso SEIMC de 2021.
"Muchos de los pacientes que habían obtenido un beneficio clínico gracias al acceso a fostemsavir por su participación en ensayos clínicos deberán suspenderlo, con el riesgo de poner en peligro la eficacia del tratamiento"
Según recomiendan por parte de GeSIDA y de las principales sociedades científicas de este entorno, en el tratamiento de rescate de individuos altamente tratados y con escasas opciones terapéuticas se deben seleccionar los fármacos disponibles con mayor actividad, intentado incluir fármacos de nuevas familias.
En cuanto a fostemsavir, es un inhibidor del acoplamiento aprobado por la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y ya comercializado en España. Según el propio informe de posicionamiento terapéutico de fostemsavir en pacientes con infección por el VIH-1 multirresistente de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), publicado en septiembre de 2023, “fostemsavir es actualmente uno de los escasos recursos (junto a lenacapavir y dolutegravir) para construir un tratamiento de rescate individualizado en pacientes con infección por VIH multirresistente. Su perfil de seguridad y parámetros farmacocinéticos son adecuados, y las potenciales interacciones son similares a las conocidas con otros antirretrovirales de uso habitual”.