La Gerencia de Atención Integrada de Albacete, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha puesto en marcha la Unidad Funcional de Heridas Complejas, un dispositivo multidisciplinar que tiene el objetivo de mejorar los procesos de atención relacionados con el cuidado de las heridas y un abordaje integral de los pacientes y que se enmarca dentro de la Estrategia Regional de Continuidad Asistencial.
Para liderar esta iniciativa, las enfermeras están jugando un papel esencial. Como ha indicado el director de Enfermería en la Gerencia de Atención Integrada de Albacete, Juan David Fernández, “queremos poner en valor el liderazgo de Enfermería en la Unidad Funcional de Heridas Complejas, donde la enfermera es referente, es consultora, y trabaja de forma coordinada e interdisciplinar para abordar de una forma integral el cuidado de las heridas de los pacientes de nuestra área, con la mejor evidencia científica disponible”.
Y es que, las heridas complejas suponen un grave problema de salud pública, ya que están asociadas a una elevada morbi-mortalidad, con pérdida de calidad de vida de los pacientes y con reducción evidente de la sostenibilidad del sistema sanitario.
Para mejorar el abordaje de este tipo de heridas, aumentar la coordinación entre los profesionales e impulsar la formación específica, se ha creado la Unidad Funcional de Heridas Complejas, cuya enfermera de referencia es Remedios Nieto Carrilero, una profesional con más de 30 años de experiencia en Cuidados Intensivos y experta por el Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento de las úlceras por presión y heridas crónicas.
En la Unidad trabajan en estrecha coordinación con los equipos de Atención Primaria y se han establecido protocolos de cuidados y derivación para realizar el control y seguimiento coordinado de estos pacientes
Nieto ha explicado que “en noviembre de 2020, la Dirección de Enfermería comenzó a gestar la creación de la unidad y puso en marcha una comisión clínica multidisciplinar para la atención de pacientes con heridas complejas”.
Esta Comisión trabaja de forma conjunta con la Unidad Funcional de Heridas y sus miembros son referentes de ella en las distintas disciplinas implicadas en la atención del paciente con heridas. Está conformada por profesionales de medicina, enfermería y técnicos auxiliares de Enfermería de las áreas de Cirugía Vascular, Cirugía General, Medicina Interna e Infecciosas, Endocrino y Nutrición, Atención Familiar y Comunitaria, Sociosanitaria, Dermatología, Cirugía Plástica, Unidades del Dolor, Traumatología, Ostomías y Pie Diabético.
Los equipos clínicos ya trabajan para cumplir los objetivos para los que han sido creados y que pretenden mejorar la calidad de vida de los pacientes y su familia. Uno de estos objetivos es la implantación de la “Guía de buenas prácticas sobre valoración y manejo de lesiones por presión para equipos interprofesionales”.
Para implementar estos objetivos, es imprescindible que exista esa coordinación entre los distintos niveles asistenciales, que se siga fomentando la educación sanitaria y que se atienda desde la evidencia científica.
Se está trabajando en el registro del riesgo de lesiones por presión al ingreso hospitalario y establecer las medidas preventivas adecuadas de forma precoz. Gracias a esta metodología de trabajo, en 2021 han disminuido los pacientes con úlceras en un 9,55 por ciento respecto a 2020 y en un 16,68 por ciento, comparándolo con 2019. Unos datos que ponen de relieve el “salto cualitativo asistencial que supone invertir en prevención”, ha indicado Remedios Nieto Carrilero.