Sensibilizar un algoritmo de inteligencia artificial para identificar, de forma precoz, aquellas personas que van a tener sobrepreso u obesidad y sus comorbilidades asociadas. Ese es el rol que desempeña la genética en el seno del proyecto GenObIA, una investigación coordinada por el profesor Antonio López Farré y que está financiada tanto por la Unión Europea (UE) como por la Comunidad de Madrid.
El trabajo, de su título 'Diseño, mediante inteligencia artificial, de algoritmos predictivos para la identificación de individuos en riesgo de desarrollar sobrepeso/obesidad y sus patologías asociadas: Aportación del análisis genético', estudia dos tipos de genética: la nutrigenética y la genética del ejercicio físico.
"La nutrigenética es la parte de la genética que estudia cómo los diferentes genes pueden modificar o regular el metabolismo de los distintos nutrientes de una dieta"
En declaraciones en exclusiva a ConSalud.es, el doctor en Ciencias Biológicas y profesor titular de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) explica que la nutrigenética es la parte de la genética que estudia "cómo los diferentes genes pueden modificar o regular el metabolismo de los distintos nutrientes de una dieta".
Dentro de este ámbito, los investigadores analizan aspectos como el ciclo saciedad-hambre o el papel que juegan los genes tanto a la hora de metabolizar carbohidratos (simples y complejos) como los diferentes tipos de grasas (saturadas, monoinsaturadas y poliinsaturadas).
"Hay individuos que les funciona mejor el ejercicio aeróbico combinado con series cortas de ejercicio anaeróbico"
Por otro lado, prosigue el especialista en Bioquímica y Biología, el consorcio GenObIA va a profundizar en la genética del ejercicio físico. "Aunque desde el punto de vista cardiovascular el ejercicio aeróbico está muy bien y beneficia a mucha gente, hay otros individuos que les funciona mejor el ejercicio aeróbico combinado con series cortas de ejercicio anaeróbico", señala López Farré en declaraciones a este diario.
De igual modo y a través de la genética, los investigadores estudian cómo la dieta, en combinación con el ejercicio físico, beneficia más a unas personas que a otras en la regulación de su peso. "Además, analizaremos si a través de la genética podemos identificar a individuos que se beneficien más de hacer una dieta hipocalórica", sentencia el profesor de la UCM.