La publicidad de comida rápida repercute en el modo de alimentación de los jóvenes. El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha advertido este miércoles de que el 40% de los menores que están expuestos a la publicidad de comida rápida la toman más de dos días a la semana, según el informe Publicidad, alimentación y derechos de la infancia en España, elaborado por la Gasol Foundation en colaboración con el ministerio.
El estudio analiza cómo influye la publicidad de comida y bebida no saludable en los hábitos de consumo de la población infantil y adolescente
Además, investiga la relación existente entre las pautas de alimentación de la infancia y la adolescencia, el uso que hacen los menores de las pantallas y el nivel socioeconómico de las familias.
Una de las conclusiones más destacadas es que estar expuesto a la publicidad de tres o más productos no saludables supone un consumo más frecuente de refrescos, bollería y pastelería industrial, aperitivos salados, golosinas y bebidas energéticas.
En concreto, el estudio evidencia que el porcentaje de menores que están expuestos a la publicidad de comida rápida y que la consumen más de dos días a la semana es un 13,3% mayor respecto a los que no. El porcentaje de población infantojuvenil que consume aperitivos salados más de dos días a la semana es también un 17,3% superior entre quienes han estado expuestos a su publicidad. En la misma línea, la cifra de menores que ha tomado bebidas energéticas tras haberlas visto publicitadas es un 19% mayor.
“Los datos y la evidencia científica nos muestran que estamos ante un severo problema de salud pública”
“Los factores son múltiples y complejos, pero la realidad es que el bombardeo de publicidad de comida basura y ultraprocesada que reciben nuestros menores en España está fuera de control”, ha señalado el ministro de Consumo.
Ante ello, Garzón ha reiterado “la necesidad de proteger a la población más vulnerable” y “mejorar la salud de la sociedad en la próxima generación” con medidas que contribuyan a regular y reducir el impacto del marketing convencional y digital de alimentos con alto contenido en grasas, sal o azúcar procedente de productos no saludables. Principalmente, según ha argumentado el ministro de Consumo, porque es “paradójico” que España sea el “país estrella de la dieta mediterránea” y, al mismo tiempo, el que registra “el menor consumo de verdura fresca diaria y semanal en niños y niñas de entre 6 y 9 años de todo el continente europeo y el quinto con menor consumo de fruta”.