Resulta evidente que las altas temperaturas que han desembarcado en los últimos días en España son la prueba concluyente de que hemos entrado en una nueva estación: el verano. El calor de este periodo, que se inició el 21 de junio, ha llegado para quedarse y, de forma habitual, no es un buen compañero de viaje para preservar la salud nasal. Así, los cambios frecuentes y bruscos de temperatura, que aparecen fundamentalmente por el uso de aire acondicionado, desembocan en una nariz reseca en la que, incluso, se pueden producir irritaciones de la mucosa y en las vías respiratorias.

Rascarse tan solo supone un remedio momentáneo que, de realizarse con frecuencia, puede originar heridas y sangrado de las fosas nasales

Esta sequedad en la nariz se caracteriza por una falta de humedad, lo que provoca que las microvellosidades que se encargan de transportar las moléculas inherentes al agua y la mucosidad, los cilios nasales, se reduzcan. Este proceso acaba fomentando la aparición de costras en la nariz y termina desembocando en una obstrucción nasal.

Cuando esto ocurre, los seres humanos tendemos, instintivamente, a rascarnos la nariz con el objetivo de aliviar esa sensación de malestar. No obstante, esta acción tan solo supone un remedio momentáneo que, de realizarse con frecuencia, puede originar heridas y sangrado de las fosas nasales. Así mismo, la contaminación ambiental de las grandes ciudades o el humo pueden acentuar este problema.

ACCIÓN PRIORITARIA: CONSERVAR LA HUMEDAD

Cuando nuestro organismo se enfrenta a la sequedad nasal es necesario tratar este problema de manera eficaz. Uno de los primeros pasos es mantener la humedad en las vías respiratorias mediante el uso de un spray de microdifusión de solución de agua de mar. Por ejemplo, la gama de productos que ofrece Sterimar mantiene la correcta humedad de las fosas nasales evitando la sequedad nasal, ayuda a respirar mejor y, en caso de resfriado, reduce la mucosidad y la congestión nasal.

Es importante no tratar de aliviar la sequedad con cremas o sustancias que no son específicas para la zona nasal

Si una persona es propensa a tener la nariz reseca en verano, hay que evitar en la medida de lo posible los cambios bruscos de temperatura generados por el aire acondicionado y los ambientes con grandes dosis de humo. Junto a ello, es importante no tratar de aliviar esta sequedad con cremas o sustancias que no son específicas para la zona nasal.

De igual modo, es fundamental la hidratación del organismo y la limpieza de las fosas nasales como mecanismos de defensa externos. Respecto al primero es aconsejable beber agua con frecuencia durante el transcurso del día para depurar el organismo, mientras que la limpieza de la nariz debe realizarse de forma delicada, procurando no sonarse con excesiva fuerza, porque podemos provocar sinusitis o daño a los oídos.


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