Fumar supone un riesgo para la salud conocido por todos y desde muchos puntos de vista. El cáncer es la enfermedad que más se asocia con el consumo de cigarrillos, pero existen más posibilidades también de padecer otras enfermedades. Es el caso de la apnea del sueño.
Cuando una persona fuma hace que la nariz y la garganta se inflamen, un hecho que provoca que se reduzca el espacio por el que pasa el aire. De este modo, cuanto más estrechas sean las vías respiratorias, más dificultades existen para respirar con normalidad.
Los especialistas coinciden en la necesidad de reducir el consumo de tabaco o directamente dejar de fumar entre aquellos que tienen dificultades para conciliar el sueño
Los expertos aseguran que fumar está relacionado con una mayor prevalencia a desarrollar ronquidos, lo que significa que quienes consumen cigarrillos o respiran el humo del tabaco corren más riesgo de padecer el síndrome de la apnea obstructiva del sueño.
La web especializada de Air Liquide Healthcare detalla que los fumadores se despiertan más veces durante la noche y, por lo general, experimentan más interrupciones durante el sueño. Además, se subraya que fumar cigarrillos o productos derivados del tabaco poco tiempo antes de acostarse puede hacer que sea más difícil conciliar el sueño y dormir bien toda la noche, ya que la nicotina es un estimulante.
Por todo ello, los especialistas coinciden en la necesidad de reducir el consumo de tabaco o directamente dejar de fumar entre aquellos que tienen dificultades para conciliar el sueño.