Desde palpitaciones y fatiga hasta dificultad para respirar y dormir. Estos son algunos de los síntomas más comunes de la fibrilación auricular, uno de los trastornos del ritmo cardíaco más frecuentes en todo el mundo. Solo en España, más de un millón de personas padecer esta alteración, de los cuales más de 90.000 aún no tienen diagnóstico, según la Revista Española de Cardiología.
Los defectos cardíacos congénitos, la presión arterial alta o las enfermedades pulmonares, de la tiroides y de las válvulas cardíacas pueden ser algunas de las causas de la fibrilación auricular. Sin embargo, detrás de esta condición también puede estar el tabaquismo y no precisamente el de quienes tienen como hábito el tabaco, sino el que afecta al fumador pasivo.
Así lo ha confirmado una investigación del Hospital Universitario Nacional de Seúl (Corea del Sur) presentada en EHRA 2024, un congreso científico de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC). La exposición al tabaco, incluida en pequeñas cantidades, expone a las personas a mayor riesgo de padecer un trastorno grave del ritmo cardíaco.
"Los hallazgos también deberían impulsar a los formuladores de políticas a frenar aún más el tabaquismo en áreas públicas y apoyar programas para dejar de fumar para mejorar la salud pública"
"Los peligros del humo de segunda mano fueron significativos independientemente de si las personas estaban en casa, al aire libre o en el trabajo, lo que indica que la exposición eleva universalmente el riesgo de fibrilación auricular", afirma el autor del estudio, el doctor Kyung-Yeon Lee, del Hospital Universitario Nacional de Seúl en República de Corea. "Todos deberíamos hacer todo lo posible para evitar pasar tiempo en ambientes con humo. Los hallazgos también deberían impulsar a los formuladores de políticas a frenar aún más el tabaquismo en áreas públicas y apoyar programas para dejar de fumar para mejorar la salud pública", añade.
Este estudio analizó la asociación entre la exposición al humo y el riesgo de sufrir fibrilación auricular a largo plazo incluyendo a adultos de entre 40 y 69 años que habían asistido al Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) por cualquier razón y estaban inscritos en el Biobanco del Reino Unido. De este estudio se excluyeron los fumadores actuales y los que padecían fibrilación antes de iniciar el estudio.
En el estudio participaron 400.493 adultos, con una edad promedio de 56,5 años, siendo el 55,2% mujeres. Se empleó un cuestionario táctil para indagar sobre la exposición al humo en casa y otros entornos durante una semana del año anterior. Los participantes fueron divididos en "expuestos" si tuvieron contacto con este tipo de humo, y "no expuestos" si no lo tuvieron. De los participantes, un 21% estuvo expuesto al humo de otra persona, con una exposición media de 2,2 horas por semana.
23.471 participantes, lo que representa el 6%, desarrollaron fibrilación auricular
Durante un seguimiento de 12,5 años, 23.471 participantes, lo que representa el 6%, desarrollaron fibrilación auricular. Los investigadores evaluaron la asociación entre la exposición al humo de segunda mano y la incidencia de fibrilación auricular, ajustando por diversos factores como edad, sexo, etnia, índice de masa corporal, consumo de alcohol, actividad física, diabetes, hipertensión, niveles de lípidos, estatus socioeconómico y lugar de inscripción.
El grupo expuesto al humo de segunda mano mostró un riesgo 6% mayor de desarrollar fibrilación auricular durante el seguimiento en comparación con el grupo no expuesto, incluso después de ajustar por los factores mencionados. Se observó una relación dosis-dependiente, donde cada aumento en la exposición semanal al tabaquismo pasivo se asoció con un mayor riesgo de fibrilación auricular. Por ejemplo, 7,8 horas de exposición semanal se vincularon con un 11% más de probabilidades de desarrollar este trastorno cardíaco en comparación con la no exposición. El riesgo de fibrilación auricular aumentó para los fumadores pasivos tanto en hogares y lugares de trabajo como en espacios al aire libre.
"Según nuestro estudio, una vez expuesto al humo de segunda mano, la probabilidad de desarrollar fibrilación auricular comienza a aumentar, y el riesgo aumenta significativamente a medida que se prolonga el tiempo de exposición. El hallazgo de que el tabaquismo pasivo es perjudicial no sólo en espacios interiores cerrados sino también en ambientes exteriores subraya la importancia de la prohibición de fumar para proteger la salud pública", concluye Lee.