Del fracaso de Chan con el ébola a la rápida respuesta de Tedros con el coronavirus

Analizamos el desarrollo de las declaraciones de emergencia internacional por parte de la OMS ante la crisis del ébola de 2014 y el actual coronavirus, dos virus que han puesto al mundo en jaque.

El actual director general de la OMS, Tedros Adhanom  y Margaret Chan, exdirectora general de la OMS (Foto. OMS)
El actual director general de la OMS, Tedros Adhanom y Margaret Chan, exdirectora general de la OMS (Foto. OMS)
Ángel Luis Jiménez
3 febrero 2020 | 17:45 h

Los últimos datos oficiales sobre el coronavirus que mantiene en vilo a los sistemas sanitarios y gobiernos de todo el mundo demuestran que el avance del virus continúa expandiéndose. Hablamos de 17.205 contagiados (la gran mayoría en China donde se ha originado el brote en la ciudad de Wuham, Hubei) y son ya 362 las muertes (todas en China salvo una reportada en Filipinas).

Del total de casos confirmados de contagios, 157 se encuentran en 24 países entre los que se encuentra España con el primer paciente confirmado en La Gomera. Un escenario ante el que, después de dos reuniones de su Comité de Expertos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaraba la emergencia internacional como consecuencia del rápido incremento del número de afectados y ante la posibilidad de que el nuevo coronavirus se extienda en países con “sistemas sanitarios más débiles”.

Ante esta declaración, resulta inevitable echar la vista atrás y poner el foco en la última vez en que el mundo se enfrentó a una situación similar de incertidumbre y temor global. Hablamos de la crisis del ébola en 2014.

A través de estas líneas vamos a realizar una comparación entre los mecanismos de actuación frente al ébola y el actual desarrollo del coronavirus de Wuham por parte de la OMS.

El primer punto sobre el que debemos poner el foco es que estamos ante la sexta declaración de emergencia internacional por parte de la OMS. Las anteriores ocasiones en las que la organización adoptó esta medida nos remontan a 2009 por la gripe A, la polio en Oriente Próximo y el ébola en África Occidental en 2014, el zika en América en 2016 y en julio de 2019 en la República Democrática del Congo como consecuencia de un nuevo brote de ébola. Hay que señalar que en 2002 la OMS no activó esta alerta ante el SARS ya que los mecanismos no estaban definidos al completo.

De todas estas declaraciones de emergencia internacional el coronavirus y la crisis del ébola de 2014 son las dos sobre las que mayores niveles de alerta internacional se han generado y es por eso que a continuación se establece un análisis de la gestión de ambos casos.

ÉBOLA Y CORONAVIRUS: LAS CRISIS EN DATOS

La epidemia de ébola acaecida entre 2014 y 2016 ha pasado a la historia como el mayor brote epidémico de la enfermedad. Su origen se encuentra en diciembre de 2013 en Guinea Ecuatorial. La enfermedad se extendió posteriormente a Liberia, Sierra Leona, Nigeria, Senegal, Mali, Estados Unidos, España y Reino Unido. El brote epidémico de ébola se tradujo en más de 11.300 muertos y más de 28.000 infectados.

El brote de Ébola de hace cuatro años se cobró la vida de 11.000 personas en África Occidental

Unas cifras que distan notablemente de las reportadas por el coronavirus (2019-nCoV) hasta la fecha. Tal y como se ha indicado al inicio de estas líneas el número de fallecidos es de 362 y los contagiados se sitúan en los 17.205. Eso sí, el número de países a los que el coronavirus se ha extendido (24) es mayor que los que se vieron afectados por el ébola (nueve).

Si hablamos de vías de contagio, el ébola se transmite de persona a persona por el contacto con la sangre, tejidos, secreciones y fluidos corporales de una persona infectada. Su tasa de letalidad ronda el 90%.

El brote epidémico de ébola se tradujo en más de 11.300 muertos y más de 28.000 infectados

En el caso del coronavirus el contagio se produce por vía respiratoria a través de las gotitas que las personas producen al toser, estornudar o hablar. Por el momento, su tasa de mortalidad es el 2,2% y cabe señalar que el 99% de las muertes provocadas por el virus se han producido en China. Las cifras oficiales únicamente hablan de un fallecido fuera de las fronteras de China, en Filipinas.

Basta un rápido vistazo a estos datos para ser conscientes de que estamos ante dos crisis sanitarias muy diferentes. Los datos, vías de contagio y zonas afectadas no tienen nada que ver entre ambos casos por lo que la pregunta que muchos se hacen en los últimos días es: ¿en qué se basa la OMS para declarar la emergencia internacional?

LA OMS Y LA DECLARACIÓN DE EMERGENCIA INTERNACIONAL

La declaración de la Emergencia de Salud Pública de Alcance Internacional por parte de la OMS se reserva ante situaciones críticas en el ámbito sanitario global. Como ya hemos visto únicamente se ha activado la emergencia sanitaria internacional en seis ocasiones.

Para su declaración la OMS exige tres criterios fundamentales que deben ser valorados por su Comité de Expertos (formado por 16 profesionales médicos procedentes de diversos países) y aceptada por el director general de la organización, en este caso, Tedros Adhanom.

Estos criterios son: que se trate de un evento extraordinario, que constituya un riesgo de rápida expansión para otros países y que requiera de una respuesta sanitaria internacional coordinada.

Las autoridades sanitarias de Wuham reportaban el 31 de diciembre de 2019 27 personas diagnosticas con un Síndrome Respiratorio Agudo Severo de origen desconocido. El 7 de enero de 2020 se descubrió que el nuevo virus pertenecía a la familia de los coronavirus y fue bautizado como 2019-nCoV.

A la espera de la decisión de la OMS, los países ya han comenzado a tomar algunas medidas con el objetivo de evitar que el virus consiga penetrar sus fronteras (Foto. Freepik)

El primer fallecido por la neumonía causada por el virus se produjo el 15 de enero. Hasta esa fecha el número de infectados en China era de 41 y se había confirmado el primer contagio en Tailandia (13 de enero). En este momento la OMS descartó declarar ningún tipo de emergencia internacional al no cumplirse los criterios anteriormente expuestos, y se limitó a recomendar a la red de hospitales globales a que estuviese vigilante.

Estos criterios son: que se trate de un evento extraordinario, que constituya un riesgo de rápida expansión para otros países y que requiera de una respuesta sanitaria internacional coordinada

El 23 de enero (poco más de una semana después), el número de muertes en China se elevaba a las 17, los casos contagiados superaban los 570 con pacientes afectados en Tailandia, Estados Unidos, Japón y Corea del Sur.

El mismo 23 de enero la OMS reunía a su Comité de Expertos para debatir sobre la posibilidad de declarar la emergencia internacional. Ante la falta de datos y el desacuerdo entre los miembros del Comité, la OMS rechazó la declaración. Tres reuniones después, el 30 de enero era declarada la emergencia internacional.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom, durante la reunión con el Comité de Expertos

En el caso del brote de ébola, un informe publicado en New England Journal of Medicine, sitúa al paciente cero en un niño de dos años en Guinea que comenzó a mostrar los síntomas y falleció el 6 de diciembre de 2013. El 13 del mismo mes fallecía su madre, el 29 su hermana y el 1 de enero de 2014 fallecía su abuela. Tras este brote inicial, el virus se extendió a dos poblaciones, registrándose los primeros casos de infecciones en febrero de 2014.

Hasta este momento el origen de las muertes no estaba determinado y no fue hasta el mes de marzo cuando el virus se extendió a Sierra Leona cuando se confirmó que nos encontrábamos ante un brote de ébola.

En marzo de 2014 el virus se extendió a Liberia  que declaró la emergencia nacional el 6 de agosto. Los sistemas sanitarios de Guinea, Sierra Leona y Liberia rápidamente se mostraron incapaces de atender una crisis de esta magnitud. En los casos de Sierra Leona y Guinea contaban con dos y 10 médicos respectivamente por cada 100.000 habitantes mientras que en el caso de Liberia halamos de 44 profesionales médicos, 1.131 enfermeras y 335 farmacéuticos para una población de más de 4,2 millones de personas según datos del ISGlobal.

En agosto de 2014 la epidemia se encontraba fuera de control. Entre los factores que influyeron se encuentran las lentas y descoordinadas respuestas a nivel nacional por parte de los países afectados, ya que ninguno contaba con experiencia previa con el virus del ébola. Una complicada situación a la que se suman las condiciones higiénico-sanitarias deficientes en muchas de las zonas de estos tres países y a la inexistente respuesta internacional.

Médicos de la OMS llevando a cabo medidas preventivas contra el ébola en la República Democrática del Congo

El 6 de agosto de 2014 se celebrara la primera reunión del Comité de Emergencias de la OMS para analizar la situación de la epidemia de ébola en África Occidental. A fecha de 4 de agosto de 2014, Guinea, Sierra Leona y Liberia habían reportado 1.711 casos de los que 932 eran mortales. Tras la deliberación de los expertos se decidió declarar la emergencia internacional ya que el brote de ébola constituía “un evento extraordinario y supone un riesgo para la salud pública de otros estados”.

La OMS indicaba que “las posibles consecuencias de una mayor propagación internacional son particularmente graves dada la virulencia del virus”, por lo que “es esencial una respuesta internacional coordinada para detener la propagación internacional del virus”.

¿QUÉ HAN SUPUESTO LAS DECLARACIONES DE EMERGENCIA?

En el caso del ébola la OMS efectuó tres tipos de recomendaciones amparadas en la declaración de emergencia internacional. Las primeras estaban orientadas a los países con contagiados, las segundas a los países con casos sospechosos de contagios y un bloque de terceras medidas aplicables a todos los países.

Margaret Chan, directora general de la OMS.

El paquete de medidas para todos los países incluye la no prohibición de forma generaliza de comercio ni viajes internacionales (salvo restricciones aplicadas en los países más afectados), la necesidad de los países afectados de proporcionar información a los viajeros cuyos destinos sean las zonas afectadas, preparación de todos los estados para detectar, investigar y atender posibles casos, mantener informada en todo momento a la población y facilitar la evacuación y repatriación de los ciudadanos nacionales en las zonas afectadas que hayan estado expuestos al virus.

En su despedida como directora general de la OMS, Margaret Chan, reconoció que la actuación del organismo frente a la crisis del ébola no fue la adecuada

Unas medidas aplicables al caso del coronavirus ya que las recomendaciones efectuadas por la OMS se han mantenido en la misma línea.

De la comparación entre estos dos casos se extrae una clara conclusión: la OMS ha aprendido que el valor de la respuesta rápida. En su despedida como directora general de la OMS, Margaret Chan, reconoció que la actuación del organismo frente a la crisis del ébola no fue la adecuada.

“La OMS fue demasiado lenta en reconocer que el virus, durante su primera aparición en África occidental, se comportaría de forma muy diferente que durante los pasados brotes en África central, donde era un virus raro pero familiar y donde las medidas de contención funcionaban”, expresaba Chan en su discurso de despedida recordando el que ha sido el peor fracaso de su mandato.

Argumentaba que el virus nunca antes había mostrado una virulencia igual aunque reconoció ser “personalmente responsable”, destacando que la OMS aprendió la lección y esto le ha permitido establecer un organismo con mejor capacidad de respuesta ante este tipo de crisis.

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