En el mes de agosto, 53 personas han perdido la vida en zonas acuáticas, diez pérdidas menos que el mismo mes del año anterior. La suma de este número supone un total de 302 fallecidos en lo que va de año por ahogamiento. Estas son las cifras con la que cierra el ‘Informe Nacional de Ahogamientos’ de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS) en el mes de agosto.
Sin embargo, a pesar de la bajada con respecto al mes de agosto de 2022, los números todavía reflejan una tendencia a la alza de los ahogamientos anuales. En el recuento de los ocho primeros meses, la RFESS informa de 18 fallecimientos más en 2023, mientras que en el año anterior se produjeron 284 muertes.
En las estadísticas de ahogamientos existe una prevalencia en perfiles de personas más mayores en zonas naturales y muertes de personas de menor edad en zonas de baño artificial. No obstante, el informe confirma la prevalencia en zonas de escasa vigilancia, junto a una mayor probabilidad de accidentes en varones de mediana edad.
“Tenemos un perfil de posible situación de ahogamiento en la playa o espacios naturales que sería un varón de nacionalidad española de mayor de 65 años que habitualmente se baña solo y en zonas donde aunque haya servicio de socorrismo lo hace cuando el servicio no está funcionando”, explica en una entrevista a ConSaludFrancisco Cano, director de Prevención y Seguridad de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo.
"Estas personas llegan a la playa o al espacio acuático y realizan un baño en solitario, y si tienen algún problema, no tienen a nadie para que pueda dar la señal de alarma"
Cano destaca la “desinformación” y el “exceso de confianza” como dos causas directas de los ahogamientos y las situaciones de riesgo en zonas de baño. “Estas personas llegan a la playa o al espacio acuático y realizan un baño en solitario, y si tienen algún problema, no tienen a nadie para que pueda dar la señal de alarma, ni siquiera hay servicio de emergencia a quien poder dar esa señal de alarma más allá de la llamada de teléfono”, asegura.
En lo que va de año se han producido 25 fallecimientos por ahogamiento en menores de 0 a 17 años. Esta cifra se duplica si hablamos de muertes en personas de 55 a 64 años y, en mayores de 65 crece hasta los 127 fallecimientos en los primeros ocho meses de 2023. Aunque las cifras alerten de la situación en personas adultas, los menores también suponen un riesgo en estos espacios.
"Los menores de edad, normalmente, se suelen centralizar en espacios acuáticos y, dentro de estos, en situaciones donde no hay servicio, como piscinas privadas"
“El perfil de las víctimas de menor edad es totalmente distinto, son situaciones y contextos distintos que hacen que, en este caso, el baño acompañado de un adulto y el control exhaustivo dentro de las láminas de agua, defiendan esos porcentajes más reducidos”, explica el director de Prevención y Seguridad.
Mientras el riesgo es menor, continúan los accidentes en menores de edad en espacios acuáticos. Especialmente, este riesgo prevalece en zonas de reducida vigilancia. “Los menores de edad, normalmente, se suelen centralizar en espacios acuáticos y, dentro de estos, en situaciones donde no hay servicio, como piscinas privadas, casas particulares o situaciones donde no hay vigilancia y el acceso a la lámina de agua no tiene las barreras arquitectónicas suficientes para que los ahogamientos no se produzcan”, matiza Cano.
CATALUÑA REGISTRA EL MAYOR NÚMERO DE MUERTES
La comunidad con mayor prevalencia de casos ha sido Cataluña un año más. En agosto se han registrado 12 fallecimientos y en lo que va de año 49 personas han perdido la vida en la comunidad. Andalucía y la Comunidad Valenciana registran dos de las cifras más altas, con 43 y 38 fallecimientos en lo que va de año.
Cano insiste en una serie de variables que exponen a los turistas y habitantes de estas autonomías a un mayor riesgo de accidentes acuáticos, especialmente en playas. “A lo largo de todo el año hay que tener en cuenta que aquellas comunidades que tienen mayor número de kilómetros de costa como Cataluña o Valencia, y se le une un gran número de turistas, dan lugar a un mayor número de incidentes”, apunta.
"Venimos avisando de la utilización de esos materiales hinchables muy voluminosos que cogen mucha cantidad de viento"
Además, Cano alerta de los accidentes con materiales hinchables, que producen mayor riesgo de accidente en el espacio acuático. “Venimos avisando de la utilización de esos materiales hinchables muy voluminosos que cogen mucha cantidad de viento y que, en un momento determinado, cuando el mar está totalmente en calma, pueden no ser peligrosos, pero en cuanto hay una pequeña brisa que te aleje del lugar donde quieres estar, se presentan situaciones potencialmente peligrosas”, sostiene.
Para la prevención de accidentes en menores de edad, Cano señala y concluye con la recomendación de “materiales de flotación que no sean hinchables y sean adaptables al cuerpo del menor, además de alertar de la supervisión o vigilancia desde fácil acceso o estar dentro de la lámina de agua con ellos”.