Las técnicas de reproducción asistida están cada vez más extendidas y, gracias a los avances tecnológicos, son cada vez más exitosas y seguras. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la media de edad de maternidad en España actualmente es de 32,7 años. Cada vez es más elevada, lo que ha provocado una mayor necesidad de recurrir a estas técnicas.
Estos tratamientos tienen como objetivo favorecer el embarazo en caso de problemas de fertilidad tanto femeninos como masculinos. De todas las técnicas existentes, la fecundación in vitro es la más eficaz.
La fecundación in vitro está indicada cuando han fallado otros tratamientos más sencillos
Consiste en la unión del óvulo con el espermatozoide en un laboratorio con el fin de obtener embriones ya fecundados para transferirlos posteriormente al útero de la mujer. Esta técnica se indica normalmente cuando han fallado tratamientos previos más sencillos, como la inseminación artificial, con una tasa de éxito que varía entre un 15% y un 20% según la edad de la mujer.
Un factor a considerar a la hora de plantearse el sometimiento a este tratamiento es el económico. En cada caso se deben valorar todos los datos disponibles, como la edad, el tiempo de infertilidad y el resultado de pruebas complementarias, además del coste, para tomar la decisión final.
En la mayoría de los casos se transfiere un único embrión para disminuir los embarazos gemelares
Las probabilidades de lograr un embarazo disminuyen a medida que aumenta la edad de la mujer, sobre todo a partir de los 35 años, por lo que la fecundación in vitro suele ser la opción más adecuada por su eficacia.
“Las técnicas de reproducción asistida actualmente son muy seguras. En la mayoría de los casos se transfiere un único embrión para disminuir el número de embarazos gemelares y así minimizar los riesgos para la madre y el bebé”, indica Ana Gaitero, Responsable de la Unidad de Reproducción de Sanitas en Milenium Alcobendas.