El mes de febrero se ha caracterizado por las altas temperaturas y las intensas lluvias y vientos que han acusado fuertes tormentas en toda Europa. Unas condiciones que han superado la media y que, como todos los eventos climáticos extremos, tienen sus consecuencias para la salud humana.
Más concretamente, el último boletín climático de Copernicus indica que la temperatura media registrada en el mes de febrero de 2024 ha alcanzado los 13,54 grados. Según los datos de esta entidad, la cifra de este mes que acaba de finalizar ya ha superado en 0,81 grados a la media desde 1991 hasta 2020.
El último mes de febrero más cálido se produjo en el 2016, aunque en aquel momento la temperatura fue 0,12 grados más baja que la de este año. De hecho, febrero ha sido "el noveno mes consecutivo más cálido registrado para el respectivo mes del año", se ha explicado. Es decir, desde hace nueve meses venimos viviendo las temperaturas más altas registradas.
Desde hace nueve meses venimos viviendo las temperaturas más altas registradas
Es más, la temperatura promedio mundial del último año es la más alta registrada. Además, concretamente en el segundo mes de este año, la temperatura global diaria fue excepcionalmente alta durante la primera mitad del mes, alcanzando los dos grados por encima de los niveles históricos.
Estos serían los datos mundiales, pero en Europa la situación ha sido incluso más intensa, llegando a alcanzar los 3,30 grados por encima del promedio. Pero febrero no sólo ha estado marcado por el calor, y es que las lluvias también han superado los niveles anteriores.
Además, "el viento y las fuertes lluvias asociadas con varias tormentas causaron daños y perturbaciones generalizados". No obstante, también se observaron condiciones persistentemente más secas que la media en los puntos concretos del sur y el este de España,
El viento y las fuertes lluvias asociadas con varias tormentas causaron daños y perturbaciones generalizados
La entidad de estudio climático también investiga sobre el estado del hielo marino, tan importante para mantener las condiciones de salud ambiental, humana y animal en un estado óptimo para la vida. En este caso se informa de que, en febrero, la extensión del hielo marino del Ártico estuvo un 2% por debajo de la media.
Esta es, explican desde la entidad Copérnicus, la tercera extensión más baja en un mes de febrero dentro del conjunto de datos satelitales de 46 años, prácticamente empatada con la segunda extensión más baja registrada en febrero de 2017.
En el caso del hielo marino antártico, vemos que alcanzó su extensión mensual mínima anual, siendo este año la tercera más baja en el registro de datos satelitales, con un 28% por debajo del promedio, no muy lejos del mínimo histórico de febrero de 2023 (-33%).