El uso de las redes sociales y la tecnología está sufriendo un aumento generalizado. Según datos del 2022 del Instituto Nacional de Estadística (INE), el teléfono móvil se utiliza en el 99,5% de los hogares españoles. Además, en 2021, el INE calculó que el 93,9% de la población de 16 a 74 años había utilizado internet de forma recurrente en un tiempo de tres meses. Estos datos reflejan la prevalencia frente a las pantallas y el uso generalizado de internet en la población.
Al incremento de la telefonía móvil en los hogares y el uso de la red hay que sumarle el tiempo frente a las pantallas. Los menores de 30 años, en concreto, pasan más de 10 horas frente a las pantallas, en general, y 3 horas y media frente al móvil, en particular, según el Instituto Catalán de Retina. Además, según Statista, España es uno de los mercados de redes socialesmás grandes de Europa occidental, lo que incrementa la prevalencia a estar conectados a la red.
Estos datos reflejan cómo las pantallas se han convertido en los últimos años en el eje que sustenta el tiempo libre en muchos hogares. Además, la Sociedad Española de Oftalmología también hace referencia a los trabajos frente a las pantallas y los problemas visuales asociados a mantener la vista centrada en un punto durante horas, una de las consecuencias directas del ojo seco, entre otras enfermedades.
En el TFOS hemos estado trabajando durante los últimos 2 años en cómo nuestro estilo de vida está aumentando la frecuencia de las enfermedades de la superficie ocular
El Dr. José Manuel Benítez del Castillo, presidente de laSociedad Española de Superficie Ocular y Córnea (SESOC) ha explicado en una entrevista para ConSalud.es cómo este uso de las pantallas está generando síndromes y problemas oculares que condicionan la salud ocular de gran parte de la población. Las pantallas pueden derivar en enfermedades que van más allá de la miopía y afecciones similares. Como explica el doctor, actualmente se conoce el aumento de enfermedades como “la fatiga visual digital (FVD)". “En el TFOS (Tear Film and Ocular Surface Society) hemos estado trabajando durante los últimos 2 años en cómo nuestro estilo de vida está aumentando la frecuencia de las enfermedades de la superficie ocular dentro de las cuales se enmarca esta condición” añade.
Esta fatiga disminuye la frecuencia del parpadeo e incrementa los parpadeos incompletos
Esta enfermedad, en palabras de Benítez del Castillo, “se define como el desarrollo o la exacerbación de síntomas y/o signos oculares/visuales recurrentes relacionados específicamente con la visualización de pantallas de dispositivos digitales”, una afección que tiene una prevalencia de “hasta el 97%” insiste. Esta fatiga lleva asociada “una disminución de la frecuencia de parpadeo, junto con un incremento en los parpadeos incompletos, errores de refracción no corregidos y anomalías subyacentes de la visión binocular” matiza el experto.
Benítez alerta de cómo esta fatiga puede “afectar a la calidad de vida de quien la sufre”. Además, las consecuencias a corto y largo plazo son numerosas, incluyéndose problemas en el rendimiento frente al ordenador en trabajos donde se emplea el uso de la tecnología. “A largo plazo se produce una disminución de la productividad laboral, absentismo y presentismo” vinculado a las consecuencias como la “sequedad o la visión borrosa” entre otras.
AVANCES PARA LA REDUCCIÓN DEL DAÑO POR PANTALLAS
Frente a estos problemas oculares se han presentado alternativas para reducir el daño que producen las pantallas. Entre ellas destaca el uso de gafas con cristales de luz azul o los métodos de reducción del daño que se incluyen en la tecnología móvil o en ordenadores, como el color de la pantalla o el brillo. Sin embargo, el doctor advierte de que “las intervenciones no están bien establecidas”.
Entre las recomendaciones del doctor está la mejora del parpadeo mediante ejercicios o el fomento de descansos de la vista regulares
“Los pacientes que experimentan FVD deben recibir una corrección refractiva completa para las distancias de trabajo adecuadas, habitualmente visión intermedia” resalta Benítez, junto a la recomendación de ejercicios oculares que mejoren el parpadeo o fomenten los descansos de la vista. “Deben mejorar el parpadeo mediante ejercicios, optimizar el entorno de trabajo y fomentar los descansos regulares, la regla de 20-20-20” sostiene.
No obstante, los avances en filtros de luz azul fueron probados y “se vio que no tenían utilidad” añade el experto. Además, menciona algunos métodos como el uso de “suplementos nutricionales a base de ácidos grasos Omega 3” o el uso de materiales húmedos que podrían ser “estrategias prometedoras” concluye.