Fascitis plantar o dolor del talón, una condición más habitual de lo que parece

El incremento de actividad deportiva en general y del running en particular, han incrementado la incidencia en los últimos años.

Dr. Jesús Cobos Morales, especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Quirónsalud San José.
11 abril 2019 | 17:35 h

La fascitis plantar es la inflamación de la fascia plantar. Es la talalgia o dolor de talón más frecuente, afectando al 10%  de la población según algunos estudios.

Esta estructura es una banda fibrosa muy resistente  que actúa como un ligamento, y además de tener función amortiguadora en la planta del pie, contribuye al correcto mantenimiento del arco plantar longitudinal del pie.

“La anatomía del pie es muy compleja y resulta fundamental para el correcto entendimiento de la mecánica de la marcha, la carrera y el salto; por ello es esencial conocerla para entender correctamente cómo se puede desencadenar y cómo podemos tratar esta enfermedad”, asegura el Dr. Jesús Cobos Morales, especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Quirónsalud San José.

La obesidad y el sobrepeso pueden ser una de las causas de la aparición de la fascitis plantar

En cuanto a las causas y desencantes, el doctor señala varios factores de riesgo como pueden ser el sobrepeso y la obesidad, los pies con mucho puente o pies cavos y los desequilibrios en la potencia de los grupos musculares de la pierna. Además, ciertos deportes de riesgo, la introducción de actividades deportivas a las que no estamos acostumbrados o el aumento súbito de la actividad deportiva, pueden generar la aparición de este dolor.

SÍNTOMAS Y DIAGNÓSTICO

La clínica de los pacientes es predominantemente el dolor en la planta del pie, cerca del talón, siendo más intenso por las mañanas al levantarse de la cama, tras periodos de reposo habituales del día, como parar a comer, sentarse un rato a descansar, o bien dolor al final del día. Suele ser un dolor de no muy alta intensidad peromuy incómodo, que muchas veces lleva a necesitar analgésicos para poder llevar un día normal, con mejoría, pero no suelen eliminar por completo el dolor. Muchas veces, éste es el motivo por el que algunos pacientes tardan en consultar.

El diagnóstico es fundamentalmente clínico: escuchando al paciente y con la debida exploración del pie y sus grupos musculares podemos llegar al diagnóstico. En ocasiones, como los casos crónicos o que no mejoran con el tratamiento, podemos apoyar el diagnóstico en las pruebas complementarias para descartar otras patologías asociadas o que puedan confundirnos puesto que clínicamente se pueden manifestar en ocasiones de forma parecida.

TRATAMIENTOS

En el caso de pacientes que llevan muy poco tiempo de evolución o que no han hecho tratamiento reglado alguno, lo recomendable escomenzar con medidas conservadoras, como estiramientos del gemelo y del sóleo.

Existen pacientes que tienen que recurrir a tratamientos quirúrgicos

Sin embargo, añade el especialista, “no suele ser inmediato, no suele mejorar nada másiniciar los estiramientos, por lo que hay que hacerlos muy frecuentemente y de forma correcta”. No debemos olvidar además estirar de forma correcta la propia fascia plantar para aliviar su tensión. La fisioterapia puede ser de gran ayuda para acelerar este proceso de estiramientos.

Por otro lado, señala el Dr. Cobos, un porcentaje no despreciable de pacientes no mejora con estas medidas pese a aplicarlas de forma correcta y durante un tiempo suficiente. Es en estos pacientes cuando se recomiendan los tratamientos quirúrgicos disponibles como el alargamiento proximal del gemelo interno, el alargamiento del tendón de Aquiles o la fasciotomía parcial o total.

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