A principios de este año una alarma sacudió a los pacientes con diabetes ante el “desabastecimiento” de un fármaco inyectable dirigido a adultos con diabetes tipo 2. Este tratamiento tiene como efecto secundario la pérdida de peso, un hecho que beneficiaba especialmente a estos pacientes. El sobrepeso y la obesidad es uno de los principales factores de riesgo de la diabetes tipo 2, de hecho, el 90% tienen un índice de masa corporal (IMC) elevado.
En los últimos años se han desarrollado opciones terapéuticas para estos pacientes que van más allá de los cambios en el estilo de vida, como señala una investigación publicada en 2019 en la revista ‘Endocrinología, Diabetes y Nutrición’. Estas son cirugía bariátrica o metabólica y fármacos tanto para la diabetes como para reducir peso en la obesidad. “Son un grupo farmacéutico, los agonistas GLP-1, que ha revolucionado la vida de pacientes que viven con ambas patologías”, destaca a Consalud.es Cristóbal Morales, endocrino y vocal de la Sociedad Española de Obesidad (SEDO) y miembro de la Sociedad Española de Diabetes (SED).
"A nivel mundial se ha producido una ruptura de suministro tanto por el aumento de la demanda como la escasez de materiales para la fabricaciones de inyecciones"
Famosos como Elon Musk han usado esta clase de tratamientos para reducir su peso. Esto ha generado una “fiebre” o “furor”, como lo han definido los medios de comunicación, por estos fármacos, lo que aumentó la demanda y produjo un “cierto” desabastecimiento. “Actualmente, a nivel mundial, se ha producido una ruptura de suministro tanto por el aumento de la demanda como por la escasez de materiales para la fabricaciones de inyecciones", señala Morales. “Ha sido un desabastecimiento puntual e intermitente”, añade.
TRATAR LA OBESIDAD, LA CLAVE
Esta alarma ha puesto en vilo a los pacientes. Se trata de medicamentos muy importantes para la diabetes tipo 2, permiten controlar el azúcar, pero también el peso. Aun así, el desabastecimiento no es algo que preocupe a los profesionales sanitarios. “En la farmacia hay otras opciones. Nadie se va a quedar sin tratamiento”, indica el vocal de la SEDO. Este ha sido el temor y con él se ha culpabilizado a las personas con obesidad por aumentar la demanda de estos tratamientos.
Los tratamientos agonistas del péptido similar al glucagón tipo 1 o GLP-1 “constituyen uno de los grupos de fármacos antihiperglucemiantes de mayor potencia dada su reducción de la hemoglobina glucosilada (HbA1c), sin riesgo de hipoglucemias”, recoge el documento ‘Agonistas del receptor de GLP-1 en la diabetes tipo 2’ realizado por el Grupo de Trabajo de Diabetes de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitara (semFYC) y de la Fundación redGDPS.
Además, producen una disminución de "entre un 10-15% el peso y la grasa. Con ello se reducen las complicaciones, comorbilidades e incluso el riesgo de infarto. No es un uso estético, es un uso para ganar en salud y calidad de vida”, añade el experto.
"No es un uso estético, es un uso para ganar en salud y calidad de vida”
Esta situación hizo que en los últimos años estos tratamientos fueran recetados por los endocrinos y los pacientes lo han demandado por el boca a boca o lo han tomado en el mercado negro. Son personas que lo han intentado todo para bajar de peso y no lo han conseguido y estos tratamientos les ofrecía una oportunidad. “Estos pacientes hay que tratarlos. Es importante prevenir esta patología, diagnosticarla y realizar un tratamiento integral con cirugía, fármacos y estilo de vida. Los pacientes no quieren solo dietas, necesitan empatía y soluciones”, explica Cristóbal Morales.
Uno de los tratamientos que han sufrido una ruptura de stock ha sido la inyección de semaglutida. Actualmente está aprobado y financiado para los pacientes con diabetes, y recientemente aprobado para obesidad por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), pero no está financiado todavía en España en su versión semanal. Utilizando la aprobación europea los endocrinos del continente lo han recetado y países como Reino Unido “ya lo han aprobado para obesidad y obesidad con prediabético”. Necesita receta médica y va mucho más allá del uso estético, es por salud.
“Hay un cambio de era. El abordaje de la obesidad tiene un retorno positivo. Nos aproximamos en nuestro país a cifras de Estados Unidos. Hay que hacer prevención y diagnóstico y dejar de culpabilizar a los pacientes porque su situación se debe a factores psicológicos, ambientales y hormonales”, concluye Morales.