Factores hereditarios e inflamación crónica, claves en las neoplasias mieloproliferativas

La secuenciación masiva representa una herramienta muy potente para definir mejor el pronóstico de las NMP.

El presidente de GEMFIN, Juan Carlos Hernández Boluda.
20 mayo 2021 | 16:00 h
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El Grupo Español de Enfermedades Mieloproliferativas Crónicas Filadelfia Negativas (GEMFIN), de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), ha celebrado su V Reunión Anual, donde se han repasado diversos aspectos del manejo de los pacientes con neoplasias mieloproliferativas (NMP) crónicas, destacando que algunos factores hereditarios y la inflamación crónica podrían ser determinantes en su origen.

Las tres principales NMP son la mielofibrosis, la trombocitemia esencial y la policitemia vera, enfermedades de baja incidencia, pero de mayor prevalencia, dado que la supervivencia de los pacientes es prolongada. "En el caso de los pacientes con trombocitemia esencial, la supervivencia es comparable a la de la población general, está algo reducida en la policitemia vera y muy comprometida en la mielofibrosis, dependiendo de las complicaciones trombóticas y de la transformación a mielofibrosis o leucemia aguda", afirma el presidente de GEMFIN, Juan Carlos Hernández Boluda.

Durante la jornada se han abordado los últimos avances en el ámbito de la biología de las NMP. Tal y como explica el presidente de GEMFIN, "en la patogénesis de las NMP juega un papel primordial la activación de la vía de señalización de JAK/STAT, generalmente mediante mutaciones en los genes JAK2, CALR y MPL. Estudios recientes sugieren que las mutaciones de JAK2 podrían adquirirse en los progenitores hematopoyéticos décadas antes del desarrollo de estas enfermedades, incluso durante el periodo embrionario.

Los datos de secuenciación masiva mediante paneles mieloides son fundamentales para seleccionar los pacientes jóvenes con mielofibrosis

Por ese motivo, resulta importante dilucidar qué mecanismos determinan que esas células mutadas se expandan con el tiempo y den origen a un cuadro clínico mieloproliferativo, dadas las evidentes connotaciones terapéuticas. En este sentido, determinados factores hereditarios podrían predisponer al desarrollo de NMP, facilitando precisamente la expansión de las clonas con alteraciones genéticas. "Algunos grupos sugieren que la inflamación crónica podría ser determinante en la génesis y progresión de estas enfermedades, lo que constituye una línea de investigación prometedora", añade.

EL PAPEL DE LA SECUENCIACIÓN MASIVA

La secuenciación masiva se está introduciendo progresivamente en la práctica clínica asistencial en el ámbito de la hematología y representa una herramienta muy potente para definir mejor el pronóstico de las NMP. Los datos de secuenciación masiva mediante paneles mieloides son fundamentales para seleccionar los pacientes jóvenes con mielofibrosis que son candidatos a trasplante hematopoyético, en base a su riesgo de progresión leucémica.

Esta tecnología permite, además, identificar las causas moleculares de la enfermedad en pacientes con NMP donde no se detectan mutaciones en JAK2, CALR y MPL con los métodos convencionales. GEMFIN ha sido pionero en demostrar que el perfil de mutaciones somáticas define el curso clínico de los pacientes con policitemia vera que desarrollan resistencia al tratamiento con hidroxiurea.

PRINCIPALES AVANCES EN EL TRATAMIENTO DE LAS NMP

En cuanto a los avances principales relacionados con el tratamiento, por un lado, Hernández Boluda destaca el renacimiento del uso del interferón en la policitemia vera. Según el experto, esto se debe a la buena tolerabilidad de las nuevas formulaciones pegiladas del interferón, junto con la demostración de la obtención de respuestas moleculares profundas en una proporción significativa de pacientes.

"Además, acaban de publicarse los resultados de una serie amplia de pacientes con policitemia vera que sugieren que este fármaco podría reducir el riesgo de evolución a mielofibrosis. Este último efecto beneficioso debe confirmarse en estudios con un diseño adecuado". Por otro lado, actualmente, se están llevando a cabo en España numerosos ensayos clínicos con nuevos fármacos para el tratamiento de la mielofibrosis.

Algunos fármacos, como el luspatercept, podrían ayudar a mejorar la anemia, que constituye el problema clínico principal en esta enfermedad. "El objetivo de la terapia combinada es, no solo controlar los síntomas de la enfermedad, sino también tratar de reducir o eliminar las células neoplásicas de la mielofibrosis", señala el presidente de GEMFIN.

REGISTROS DE PACIENTES DE GEMFIN

Los registros de pacientes con NMP de GEMFIN son de los más amplios a nivel mundial. A día de hoy, incluyen datos de 1.580 personas con mielofibrosis, 2.198 con trombocitemia esencial y 2.304 con policitemia vera. "Estos registros han permitido la publicación de numerosos trabajos científicos que han ayudado a definir las características clínicas y el pronóstico de los pacientes con NMP, así como los 3 resultados de los tratamientos en vida real, representando una fuente de información complementaria a los ensayos clínicos", comenta Hernández Boluda.

Actualmente, añade, se está analizando el curso clínico de los pacientes con policitemia vera tratados con flebotomías de cara a evaluar cuál es la incidencia de complicaciones vasculares en esta situación. También se pretende analizar la capacidad predictiva de las escalas de riesgo cardiovascular diseñadas para la población general en los pacientes con trombocitemia esencial. "Por otro lado, estamos interesados en evaluar el impacto del perfil molecular mediante técnicas de secuenciación masiva en el riesgo de desarrollar leucemia o trombosis en los pacientes con mielofibrosis", concluye el presidente de GEMFIN.

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