Estudios recientes confirman que los disruptores endocrinos pueden ser factores clave para aumentar la frecuencia del sobrepeso y la obesidad en la población. Según afirma la profesora Paloma Alonso-Magdalena, se debe a que estos compuestos pueden alterar el balance genético, favorecer al acumúlo de grasa y alterar el control hormonal.
Durante su intervención llevada a cabo en el XVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), la experta explicó qué son los disruptores endocrinos, cómo nos afectan y los riesgos que representan en nuestra salud. Los disruptores endocrinos inciden de forma negativa en el control del metabolismo energético, "la exposición diaria a este tipo de disruptores puede hacer que interfieran de forma inapropiada en el metabolismo de lípidos y adipogénesis, promoviendo el desarrollo del sobrepeso y de la obesidad", explica la experta de la Universidad Miguel Hernández de Elche.
A día de hoy, tal y como informa la experta del IDIBE, se está llevando a cabo una labor científica importante para desarrollar sistemas de identificación de compuestos que puedan comportarse como disruptores y que aumenten el riesgo de padecer enfermedades severas como la obesidad y la diabetes.
Los disruptores endocrinos inciden de forma negativa en el control del metabolismo, promoviendo el desarrollo de sobrepeso y obesidad
La finalidad de estos sistemas será dar respuesta a las necesidades actuales que se encarguen de regular las herramientas validadas para identificar sustancias químicas nocivasque ayuden a desarrollar programas de prevención para reducir la exposición diaria a los disruptores endocrinos.
La profesora Alonso-Magdalena advierte que los efectos negativos de la exposición no son siempre evidentes de forma inmediata y pueden llegar a transmitirse de generación en generación. Asimismo, explica que los disruptores endocrinos son compuestos químicos que alteran el funcionamiento normal del sistema endocrino y pueden provocar efectos negativos sobre la salud. Estos compuestos se encuentran en diferentes productos tales como plásticos, latas de conservas, perfumes, etc.
"El uso de este tipo de productos hace que sin darnos cuenta estemos expuestos a muchas de estas sustancias de forma rutinaria en nuestro día a día, y entre las principales vías de exposición se encuentran la dieta, el contacto a través de la piel o la respiración", afirma la profesora Alonso-Magdalena. Entre los disruptores más conocidos se encuentran los ftlatos, bisfenoles, los pesticidas organoclorados, los bifenilospoliclorados y los parabenos, entre otros.