Expertos reunidos en la Jornada Actualización en cáncer de pulmón no microcítico, organizada por Boehringer Ingelheim en Santiago de Compostela, señalan la importancia de optimización de la secuencia de tratamientos en el abordaje del cáncer de pulmón no microcítico con mutación positiva del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR).
Se trata de uno de los tumores con mayor incidencia y es responsable de los mayores índices de mortalidad oncológica a escala mundial. Además, supone un importante desafío clínico ya que la enfermedad progresa en gran parte de los pacientes debido a la mutación T790M, una alteración que se relaciona con la adquisición de resistencias al tratamiento inicial con un inhibidor tirosina quinasa del EGFR.
El cáncer de pulmón no microcítico tiene uno de los mayores índices de mortalidad a nivel mundial
Una de las conclusiones a las que se ha llegado durante la realización del encuentro es que es vital conseguir aumentar el conocimiento biológico para definir la mejor secuencia terapéutica e implementar nuevas metodologías de secuenciación masiva para completar ese conocimiento.
Una de las ponentes de la jornada, la doctora Rosario García Campelo, oncóloga en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña señala que “es determinante establecer cuál es la mejor secuencia terapéutica, y la respuesta probablemente venga de la mano de la biología tumoral y molecular de cada tumor, es decir, las características que lo hacen especialmente sensible a una u otra estrategia terapéutica, sus mecanismos de resistencias, etc”. Otro de los grandes retos, explica de la experta, es “implementar la nuevas metodologías de secuenciación genética en el sistema sanitario”.
Además, García Campelo afirmó que hay que conseguir “optimizar la secuencia de los tratamientos, es decir, buscar el fármaco adecuado para cada momento e intentar que el enfermo reciba el mayor número de estrategias terapéuticas eficaces es clave para los pacientes con cáncer de pulmón no microcítico (CPNM) avanzado”, especialmente, añade, “en aquellos pacientes con mutaciones genéticas potencialmente tratables en los que la expectativa de vida es superior”
En la Jornada también se ha analizado el algoritmo terapéutico de tratamiento del adenocarcinoma pulmonar, el tipo de cáncer de pulmón más frecuente. Se ha destacado el potencial de los antiangiogénicos en segunda línea de tratamiento especialmente en aquellos pacientes en los que la quimioterapia no ha dado resultado.