A pesar de la existencia de vacunas eficaces para prevenir la gripe, las ratios de vacunación en poblaciones de riesgo siguen siendo un reto sanitario en nuestro país.
Es por ello que los expertos insisten en la necesidad de incrementar la labor de concienciación sobre la importancia de la vacunación antigripal. Sobre todo, entre aquellos grupos de población considerados de alto riesgo de padecer complicaciones asociadas a la gripe como son los mayores de 65 años, embarazadas, menores de edad (a partir de los 6 meses), personas con enfermedades crónicas o personas que pueden transmitir la gripe a aquellas que tienen un alto riesgo de presentar complicaciones como, por ejemplo, el personal sanitario.
En este sentido, el doctor Raúl Ortiz de Lejarazu, director emérito del Centro Nacional de Gripe, cree que en nuestra sociedad existe una “falta de concienciación importantísima”. “La mayoría de hospitalizaciones que se producen en niños, son en niños previamente sanos, aunque en nuestras indicaciones estemos vacunando solo a los niños con factores de riesgo, una cobertura muy baja”, ha apuntado el doctor.
Para Ortiz de Lejarazu, “la gripe es una enfermedad que todos los años desafía a la salud de los humanos de todos los sitios”. Por ejemplo, en el caso de España, se estima que aproximadamente 40 personas fallecen cada día debido a la gripe y que la infección es responsable de hasta 50.000 hospitalizaciones anuales.
En España, se estima que aproximadamente 40 personas fallecen cada día debido a la gripe
Y es que las epidemias estacionales anuales de gripe están asociadas a una importante tasa de hospitalizaciones y mortalidad, así como a una considerable demanda de recursos en salud y a unas numerosas cifras de bajas laborales. Aunque en la actualidad disponemos de medicamentos antivirales para tratar la gripe, la medida de control considerada más eficaz es la vacunación anual.
No obstante, su capacidad de proteger tiene una alta variabilidad en función de diversos aspectos relacionados con la vacuna, como son la concordancia o la discordancia entre las cepas presentes en la vacuna y las cepas circulantes, el tipo de vacuna y la vía de administración.
En este punto, desde la temporada pasada, la OMS recomienda el uso de la vacunación antigripal tetravalente en lugar de la trivalente, ya que ofrece una protección más amplia. Y es que, si bien las vacunas trivalentes contienen las 2 cepas del virus tipo A (los subtipos H1N1 y H3N2) y el linaje tipo B más representativo del virus en circulación (Victoria o Yamagata), las tetravalentes contienen tanto las 2 cepas del virus A como las dos del virus B; lo que representa un nivel de protección más óptimo.
De hecho, se estima que, en España, la eficacia de las vacunas trivalentes contra la gripe no ha sido la esperada en 5 de las últimas 10 temporadas, ya que el linaje predominante de la gripe B no coincidió con el contenido de la vacuna.
La vacuna tetravalente ofrece una protección más amplia ya que contiene tanto las dos cepas del virus A como las dos del virus B
“Hay veces que con una vacuna trivalente se consigue una reactividad cruzada pero esa reactividad cruzada no es ni total ni la misma que si se utilizara una vacuna tetravalente”, ha explicado a este efecto el doctor.
El experto también ha destacado que, tal y como dijo la OMS, “si aquellos países con recursos limitados adoptasen el cambio de vacuna trivalente a tetravalente, el beneficio que adquirirían sería probablemente mayor ya que la protección más amplia de la tetravalente compensaría el hecho de que se dispusieran de menos dosis de vacunas”. Y es que, frente a la trivalente, la vacuna tetravalente contribuiría a la reducción de la morbilidad y la mortalidad asociadas a las infecciones por el virus de la gripe B y a la reducción de los costes asociados en términos de recursos sanitarios consumidos y pérdidas de productividad.
Precisamente, la carga económica que podría evitarse en España con el uso de la vacuna tetravalente, en lugar de la trivalente, sería de 21 millones de euros de costes directos y tres millones de euros de costes indirectos.
Con todo, hasta el momento, la vacunación antigripal es la forma más efectiva de prevenir la infección y sus complicaciones. “Pese a que la vacuna de la gripe no sea 100% eficaz -hay muchas que no lo son-, sigue siendo la medida más eficaz para protegernos de la enfermedad y de sus complicaciones; sobre todo de sus complicaciones”, ha señalado el experto.
Respecto a los retos que tiene la vacunación antigripal, el director emérito del Centro Nacional de Gripe cree que en Europa se debe cambiar el lenguaje con el que se habla de la gripe y “tomar el ejemplo de lo que ha hecho Reino Unido, Canadá o Estados Unidos”. Es decir, “tener una información en tiempo real de la que se hagan eco los medios y las autoridades sanitarias; y que difundan los médicos al inicio de la epidemia, durante la epidemia y en la postepidemia y, de este modo, nos daremos cuenta realmente del esfuerzo, de lo que hemos ahorrado y de lo que hemos evitado de una manera continua y fácilmente accesible”, ha finalizado el doctor.