La exposición a sustancias cancerígenas en los entornos laborales continúa siendo un problema en Europa. Hablamos, por ejemplo, del amianto, una sustancia que provoca más de 80.000 fallecimientos al año en Europa. Algunas de estas muertes están relacionadas concretamente con el mesotelioma, un tipo de cáncer que provoca miles de fallecimiento prevenibles al año.
En concreto, la Unión Europea registró 2.380 fallecimientos por esta causa en 2021, según los últimos datos publicados recientemente según la entidad de estadísticas europeas ‘Eurostat’. Y es que esta enfermedad presenta síntomas que tienden a desarrollarse gradualmente con el tiempo y, por lo general, no aparecen hasta varias décadas después de la exposición al amianto, lo que dificulta su diagnóstico y tratamiento.
Los datos por países sitúan a cuatro estados europeos a la cabeza. Italia (518), Alemania (400), Francia (329) y España (212) son los cuatro con más muertes evitables por este tipo de cáncer. Sin embargo, Chipre y Estonia fueron los que menos casos registraron, con un total de 2 muertes cada uno de ellos, seguidos de Malta y Luxemburgo, que registraron 3 fallecimientos cada uno.
Este dato supone un 43% del total de cánceres profesionales y un aumento de 135 casos en comparación con 2020
En cuanto a los nuevos casos, en 2021 se registraron 1.409 personas afectadas por mesotelioma en Europa. Este dato supone un 43% del total de cánceres profesionales y un aumento de 135 casos en comparación con 2020, cuando se confirmaron 1.274 nuevos casos de esta enfermedad.
Pero si comparamos con los datos registrados en 2013, vemos que la incidencia disminuyó en 214 casos. “Esta fluctuación en el número de casos detectados podría atribuirse en parte a la pandemia de COVID-19, que afectó a los servicios públicos generales y a los sistemas de atención sanitaria responsables del reconocimiento de enfermedades profesionales en 2020 y 2021”, confirman desde ‘Eurostat’.
No obstante, los datos europeos muestran una disminución constante desde que hay registros (2013). En ese año se produjeron 3.341 muertes por este tipo de cáncer, es decir 961 menos que en el último año registrado en Eurostat. No obstante, el mesotelioma es todavía el segundo tipo de cáncer ocupacional más frecuente en todo el territorio europeo por detrás del cáncer de pulmón.
UN CÁNCER DE BAJA SUPERVIVENCIA
Se trata de un cáncer muy agresivo. De hecho, las tasas de supervivencia son muy reducidas y tiene un diagnóstico bastante complicado. El mesotelioma está directamente relacionado con la exposición al asbesto y, por tanto, presenta un gran número de pacientes afectados por el contacto con este material en entornos laborales. Y, aunque cada vez hay más control sobre estos materiales, siguen habiendo una incidencia variable de la enfermedad.
“Es una enfermedad que desgraciadamente tiene una supervivencia muy baja, debido a un diagnóstico tardío y a que todos los tratamientos que hemos intentado aplicar no ofrecen supervivencia a largo plazo”
Como explicaba a ConSalud.es el Dr. Juan Carlos Trujillo, jefe del Servicio de Cirugía Torácica del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, “es una enfermedad que desgraciadamente tiene una supervivencia muy baja, debido a un diagnóstico tardío y a que todos los tratamientos que hemos intentado aplicar no ofrecen supervivencia a largo plazo”.
Es cierto que, hasta hace pocos años, las cirugías eran muy invasivas. Sin embargo, recientemente se ha avanzado en el tratamiento con inmunoterapia. De hecho, diversos estudios han puesto de manifiesto que la cirugía no ofrecía ningún beneficio en el tratamiento de la enfermedad. No obstante, a pesar de los avances, todavía quedan muchos desafíos a los que hacer frente en el abordaje del mesotelioma.