El Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías ha lanzado este miércoles su informe sobre la amenaza que los opioides y la heroína suponen para la salud y la seguridad en Europa. En él, también se indican algunas directrices para mejorar la situación por parte de los países, como la prescripción segura o los programas de prevención. No en vano, según apunta la entidad, los opioides, incluida la heroína, se detectaron en el 74% de las sobredosismortales notificadas en 2021, año en el que, además, se estimaba que había 1 millón de consumidores de alto riesgo (de entre 15 y 64 años) en la Unión Europea.
Más concretamente, los datos de la entidad apuntan que en 2021 había alrededor de 60,4 millones de consumidores de opioides con fines no médicos en todo el mundo, de los cuales alrededor de 31,5 millones eran consumidores de opiáceos. Con estos datos, el director de la OEDT, Alexis Goosdeel, ha alertado de que “el problema de los opioides en Europa está evolucionando rápidamente y adquiriendo complejidad, determinado por acontecimientos globales que pueden tener implicaciones de gran alcance para nuestra preparación y respuesta”. Por ello, añade, se hace “imperativo” buscar un fortalecimiento de nuestra capacidad para detectar y contrarrestar rápidamente las amenazas a la salud y la seguridad que surgen de un mercado de opioides cambiante.
En 2021 había alrededor de 60,4 millones de consumidores de opioides con fines no médicos en todo el mundo
Igualmente, afirma Goosdeel, “mantener y seguir desarrollando una cartera integrada y basada en evidencia de respuestas sociales y de salud es más importante que nunca”. En este sentido, y para mejorar nuestra capacidad de respuesta, se hace necesario “aprovechar los resultados y las lecciones aprendidas de 30 años de política europea sobre drogas, basada en los derechos fundamentales y la participación activa de todas las partes interesadas, incluidas las personas que consumen drogas”. Los patrones mundiales de consumo de drogas no sólo han cambiado con los años, sino que están en constante evolución, y es por ello que los modelos de prevención, tratamiento y reducción de daños, deben también adaptarse a las nuevas realidades.
"Mantener y seguir desarrollando una cartera integrada y basada en evidencia de respuestas sociales y de salud es más importante que nunca"
De hecho, uno de los mayores retos en la actualidad es el de los mercados, pues cada vez es más complejo y van apareciendo medicamentos desviados y opioides sintéticos nuevos. “La metadona, la buprenorfina, el fentanilo y sus derivados y los nuevos opioides sintéticos muy potentes se han vuelto más visibles en los datos sobre resultados de salud”, se alerta. De hecho, en 2021, se notificaron por primera vez al Sistema de Alerta Temprana de la UE sobre nuevas sustancias psicoactivas seis nuevos opioides sintéticos.
Con este contexto, la directora ejecutiva de Europol (entidad europea que lucha contra los mercados de drogas ilícitas), Catherine De Bolle, ha subrayado que “es fundamental una estrecha vigilancia de la cadena de suministro y la diversificación del mercado, ya que se sabe que las redes criminales están orientadas a los negocios, son flexibles y siempre en busca de nuevas oportunidades”. Por ello, se pone de manifiesto la necesidad de mejorar algunos aspectos de las políticas de salud pública y seguridad.
¿CÓMO ABORDAMOS ESTAS AMENAZAS?
La OEDT ha afirmado que la heroína sigue siendo el opioide ilícito más consumido en Europa y es responsable de una gran parte de la carga sanitaria y social asociada al consumo de drogas ilícitas dentro de la UE. Además, la disponibilidad de esta droga parece ser relativamente alta en muchos países de la UE. Sin embargo, “en algunos países de la UE, otros opioides (incluidos nuevos opioides sintéticos muy potentes) ahora están disponibles en el mercado de drogas ilícitas y están asociados con daños graves, como dependencia, morbilidad y mortalidad”.
Por ello, y para responder a estas amenazas, la entidad propone algunas acciones. Una de las tareas que se han marcado es el fortalecimiento para de las políticas de salud pública y seguridad. En este sentido, se insta a “sensibilizar a las partes interesadas y promover la priorización de los problemas relacionados con los opioides en la UE”. Asimismo, se pide “fortalecer las directrices existentes sobre prescripción segura de opioides, para evitar el aumento de su uso y mantener el acceso de quienes los necesitan. Es necesario aumentar la vigilancia para prevenir e identificar posibles desvíos de la cadena de suministro legítima de medicamentos opioides”.
Es necesario aumentar la vigilancia para prevenir e identificar posibles desvíos de la cadena de suministro legítima de medicamentos opioides
Igualmente, se pone de manifiesto la necesidad de “fortalecer y ampliar aún más las estrategias de prevención y la prestación de tratamientos basados en evidencia, intervenciones de reducción de daños, rehabilitación y reintegración social, incluidas aquellas que abordan patrones de policonsumo entre personas con dependencia de opioides”. En este sentido se destaca que las medidas de reducción de daños deberían tener como objetivo prevenir las sobredosis y las enfermedades infecciosas.
Por último, se solicitan “esfuerzos adicionales para desestigmatizar los tratamientos existentes basados en evidencia y las modalidades de reducción de daños para garantizar una cobertura y disponibilidad adecuadas, y un acceso más equitativo”, así como adoptar un enfoque orientado al futuro, para anticipar posibles cambios en los patrones de oferta y demanda de opioides en la UE.