Las personas que incluyen en su dieta productos elaborados con soja fermentada podrían reducir su riesgo de muerte prematura. Así lo señala un estudio realizado por científicos japoneses y publicado en la revista British Medical Journal, según el cual los hombres y las mujeres de mediana y tercera edad que a lo largo de su vida han consumido soja fermentada han presentado un 10% menos de probabilidades de morir prematuramente, frente a aquellos encuestados que rara vez consumían estos alimentos.
Los alimentos ricos en soja fermentadason elementos fundamentales en la dieta japonesa tradicional. ¿Cuáles son? Por ejemplo el "tempeh", un pastel de hongos, el "miso", semillas de soja que suelen añadirse a la pasta, el “natto”, una especie de queso de textura pegajosa, o la tradicional salsa de soja (los expertos en nutrición recomiendan buscarla de fermentación natural).
ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES
El "natto", en particular, se asocia con una reducción del riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares por su alto contenido en vitamina K2, fundamental en la prevención de estas enfermedades y muy presente en la soja. Esta vitamina actúa de manera sinérgica con la vitamina D para reforzar el sistema inmune. Alimentos como el natto o la salsa de soja nos brindan más cantidad de vitaminas k2 que los propios vegetales.
Sus beneficios han quedado demostrados en el estudio. Según los datos extraídos, los hombres que consumían la mayor cantidad de "natto" tuvieron 24% menos probabilidades de morir por causas cardiovasculares durante el estudio que quienes raras veces lo comían, mientras que las mujeres que consumían mucho natto tuvieron un 21% menos riesgo de morir por causas cardiovasculares.
Más del 70% de las muertes en todo el mundo son causadas por enfermedades crónicas como cardiopatías, que se pueden prevenir según este estudio con la vitamina k2, muy presente en la soja
La soja es rica en proteína, fibra y lípidos no saturados saludables. Una investigación previa ya había vinculado el consumo de soja con un menor riesgo de sufrir colesterol y cardiopatías, ya que se asocia con una menor presión arterial y el bajo peso corporal. Más del 70% de las defunciones en todo el mundo son causadas por enfermedades crónicas como cardiopatías, que están influidas por los hábitos alimentarios.
Para el estudio se realizó un seguimiento a casi 93.000 adultos de 45 a 74 años, durante un promedio de aproximadamente 15 años, para ver de qué manera los hábitos alimentarios repercutían en las probabilidades de sobrevida en general y en el riesgo de enfermedades cardiovasculares en concreto.