El grupo de IBIMA, plataforma liderada por Gabriel Olveira Fuster, director de la Unidad Clínica de Endocrinología y Nutrición del Hospital Regional Universitario de Málaga, junto con el Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica, ha llevado a cabo un estudio para evaluar la prevalencia de la desnutrición en pacientes ancianos que han sufrido fracturas de cadera.
Entre los resultados de la investigación, realizada por destacados expertos en el campo de la salud, se encuentran hallazgos preocupantes sobre el estado nutricional de los pacientes y resaltan la necesidad de una protocolización adecuada del cribado y tratamiento nutricional.
Las fracturas de cadera por fragilidad son lesiones graves y propias de las personas de edad avanzada. Un daño que además de afectar a la calidad de vida del paciente, representa una carga para el sistema de atención médica.
"La evaluación nutricional temprana mediante cribado y valoración morfofuncional y la instauración de un tratamiento adecuado podrían ayudar a mejorar la salud y el bienestar de estos pacientes"
El estudio llevado a cabo por el equipo de investigación del Dr. Olveira, evaluó a un total de 300 pacientes mayores de 65 años hospitalizados con diagnóstico de fractura de cadera. Mediante diferentes herramientas de evaluación nutricional, se descubrió que una alta proporción de estos pacientes 42%, presentaba desnutrición, y un 37,3% desnutrición confirmada.
"Nuestros hallazgos resaltan la necesidad de abordar adecuadamente la desnutrición en pacientes ancianos con fracturas de cadera. La evaluación nutricional temprana mediante cribado y valoración morfofuncional y la instauración de un tratamiento adecuado podrían ayudar a mejorar la salud y el bienestar de estos pacientes, así como a reducir las tasas de mortalidad y complicaciones a largo plazo", concluye el Dr. Olveira.