Tres investigadores del Hospital Universitario de La Princesa han publicado un estudio piloto sobre estimulación cerebral mediante música en pacientes sedados que concluye que el heavy metal indujo los mayores cambios en la actividad cerebral frente a la música clásica o la dodecafónica. El estudio, liderado por Jesús Pastor, jefe del Servicio de Neurofisiología, Lorena Vega-Zelaya, neurofisióloga, y Alfonso Canabal, jefe de Servicio de UCI, todos ellos facultativos del centro madrileño, ha sido publicado en la revista científica de neurociencia "Journal of Integrative Neuroscience".
En concreto, se han analizado las variaciones de la actividad cerebral en pacientes expuestos a estímulos musicales bajo los efectos de la sedoanalgesia, teniendo en cuenta que la música es un método con valor para la estimulación en trastornos de conciencia. Para este estudio se han seleccionado seis pacientes: cinco mujeres y un hombre con edades comprendidas entre 53 y 82 años que estaban ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de La Princesa por diferentes patologías. Su estado era de inconsciencia provocado mediante sedoanalgesia, para garantizar la tolerancia al dolor a la vez que mantener la función cardiorrespiratoria.
Se han analizado las variaciones de la actividad cerebral en pacientes expuestos a estímulos musicales bajo los efectos de la sedoanalgesia
Como se explica en el estudio, tras autorización de los familiares, "estos pacientes fueron expuestos a tres tipos de música claramente diferenciados: la música clásica de Mozart (Sonata para dos pianos en D, K 448), la dodecafónica de Schönberg (Klavierstuck Op.33a) y el heavy metal de la banda danesa Volbeat (The Devil's Bleeding Crown)". A los pacientes les fueron colocados unos auriculares con fragmentos de cada una de las tres piezas musicales de dos minutos de duración, a un volumen correspondiente a una conversación normal.
La secuenciación de los sonidos fue aleatorizada y diferente para cada uno de ellos y registrada en electroencefalogramas siendo este "un método objetivo y no invasivo de determinación de la respuesta cerebral a la estimulación".
Los datos obtenidos mostraron que "la estimulación con heavy metal fue la que produjo mayores cambios en las respuestas cerebrales, mientras que la música clásica mostró una tendencia a la reducción de la actividad cerebral". Así, este estiudio apunta que "diferentes tipos de música inducen respuestas heterogéneas en el cerebro, por lo que su utilización como herramienta en el proceso de rehabilitación ya puede ser una realidad".
En base a ello, "es factible que el heavy metal llegue a implementarse en la neuro-rehabilitación de pacientes en UCI y que, este contraste de respuestas a distintos tipos de música constituya una herramienta útil para la rehabilitación de los pacientes".