Dos estudios relacionados, uno en humanos y otro en ratas, han descubierto que los efectos cardiovasculares del tabaco y los cigarrillos electrónicosson similares, y que estos efectos nocivos en la función de los vasos sanguíneos son probablemente causados por la irritación de las víasrespiratorias debido a la inhalación de una sustancia extraña, en lugar de un componente específico del humo del cigarrillo o del vapor del cigarrillo electrónico (aerosol), según una nueva investigación publicada en la revista 'Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology' (ATVB) de la Asociación Americana del Corazón.
"El objetivo de este proyecto era determinar por qué un número cada vez mayor de productos de tabaco inhalados, perjudican la función endotelial a pesar de las diferencias de estos productos", señala el investigador de ambos estudios, el doctor Matthew L. Springer, profesor de medicina cardiología de la Universidad de California en San Francisco. "Se han identificado miles de sustancias químicas en el humo del tabaco, algunas de las cuales están presentes en los aerosoles de los cigarrillos electrónicos. Intentamos encontrar qué componente del humo o del vapor de los cigarrillos electrónicos puede ser responsable de interferir en la capacidad de los vasos sanguíneos para funcionar eficazmente".
En el estudio con ratas, la dilatación arterial mediada por el flujo (FMD), que es la capacidad de los vasos sanguíneos de ensancharse, se midió antes y después de la exposición al humo de cuatro tipos de cigarrillos combustibles tradicionales: nicotina convencional, nicotina reducida, nicotina convencional con mentol añadido y nicotina reducida con mentol añadido. Señalan que el mentol se añade a productos del tabaco, puede disminuir la irritación causada por el tabaquismo y puede desempeñar un papel importante en la facilitación de la adicción a la nicotina.
"La alteración de la función endotelial por el humo del cigarrillo no está causada por un componente específico del humo, sino por la entrada de aire de las vías respiratorias", explica el doctor Springer
Los resultados del estudio revelaron que la dilatación de los vasos sanguíneos se reducía tras el uso de los cuatro tipos de cigarrillos, y que la magnitud de la reducción oscilaba entre el 20 y el 46%, dependiendo del cigarrillo. La nicotina no era necesaria para el deterioro de la función vascular; sin embargo, los niveles más altos de nicotina se asociaban a una mayor disminución de la DMF que los niveles más bajos de nicotina y el mentol se asociaba a una menor disminución de la DMF que los productos sin mentol. Springer subrayó que la adición de mentol dio lugar a una menor gravedad del deterioro, pero no sugiere que el mentol sea un aditivo beneficioso en los productos para fumar y vaporizar, porque el deterioro sigue siendo sustancial y el mentol tiene otros efectos nocivos.
No obstante, expuso a las ratas a dos gases que se encuentran en el humo del tabaco como en los cigarrillos electrónicos para evaluar los efectos de estos componentes en la dilatación de los vasos sanguíneos. Los gases y las partículas de carbono tuvieron efectos de deterioro similares a los del humo del tabaco a pesar de representar componentes químicos y físicos del humo completamente diferentes.
Para comprobar esta hipótesis, los investigadores expusieron a ratas anestesiadas al humo después de seccionar los nervios vagos. Comprobaron que impedir que las señales nerviosas de los pulmones de las ratas llegaran al resto del cuerpo impedía por completo cualquier deterioro funcional vascular por el humo.
Estos hallazgos sugieren que la disfunción endotelial puede estar causada por un mecanismo dependiente del nervio vago que resulta de la irritación respiratoria y de los nervios sensoriales pulmonares. Springer señala que la falta de una toxina específica que explique el deterioro vascular significa que las agencias reguladoras no pueden confiar en la prohibición de ingredientes específicos para evitar los efectos adversos de los productos inhalados.
MODA DE LOS CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS
En los últimos años los cigarrillos electrónicos se han ido poniendo más de moda, pero su uso no está siendo muy estricto por muchos fumadores, sino que personas no fumadoras han comenzado a fumar este tipo de cigarrillos por varios motivos como puede ser el ahorro que supone vapear en lugar de comprar cigarrillos convencionales, la aceptación que tiene fumar en lugares cerrados donde estaría prohibido fumar tabaco y porque el tabaco no produce humo por lo que no existe un proceso de combustión.
Debido al aumento del consumo de estos cigarrillos electrónicos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha llevado a cabo un informe sobre el aumento de consumo de estos cigarrillos en los jóvenes. En el informe han determinado que el uso de los cigarrillos electrónicos entre los adolescentes europeos es mayor que el consumo de los de tabaco convencional.
"Los cigarrillos electrónicos que contienen nicotina y tabaco son la próxima frontera en la epidemia mundial de tabaquismo, existe una clara evidencia de que estos productos son adictivos y nocivos para la salud", han dicho desde el organismo de Naciones Unidas
Un informe del Ministerio de Sanidad advierte del riesgo que supone fumar cigarrillos electrónicos y destaca que no existe una evidencia sólida que corrobore que los cigarrillos electrónicos tengan utilidad como herramientas para abandonar el tabaquismo. El informe determina que se debe seguir avanzando en la regulación de este tipo de productos para limitar el acceso de los jóvenes, ya que el incremento de su consumo entre adolescentes se debe a la baja percepción de riesgo que tienen frente a ellos.
Cada día aparecen más evidencias de la toxicidad a corto y largo plazo de estos dispositivos, lo cual disminuye el interés como herramienta sustitutiva al tabaco tradicional, pudiendo contribuir al mantenimiento o iniciación de la adicción a la nicotina. Así, existe el riesgo de que hagan perder la oportunidad a personas que quieran dejar de fumar pasando a consumir estos productos.
Otra herramienta fundamental en la lucha contra el tabaco y los productos nuevos que contienen nicotina es la colaboración entre los institutos de investigación y los gobiernos."Debemos decir alto y claro que los cigarrillos electrónicos y el tabaco calentado no son la solución, esto debe de servir de modelo para los gobiernos e instituciones para tomar medidas sanitarias que protejan la salud pública y no fomentar el uso de estas nuevas formas de fumar como mal menor", explica el doctor Carlos Rábade, neumólogo y coordinador del Área de Tabaquismo de SEPAR.