Un estudio reciente ha encontrado que el consumo de café se podría asociar a un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama a largo plazo tras la menopausia. La revista científica European Journal of Nutrition acaba de publicar este trabajo dirigido por Estefanía Toledo, investigadora del Ciber de Obesidad y Nutrición (Ciberobn) en la Universidad de Navarra.
Los resultados de este estudio, en el que han participado investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra del grupo de Miguel A. Martínez-González, confirman algunas observaciones realizadas en otras investigaciones en las que el mayor consumo de café se asoció a un menor riesgo de cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas.
MUESTRA DE MÁS DE 10.800 MUJERES DEL PROYECTO SUN
El estudio ha contado con la participación de 10.812 mujeres del proyecto SUN (Seguimiento Universidad de Navarra) que proporcionaron información sobre sus hábitos de vida, ejercicio físico, historial médico y frecuencia de consumo de 136 alimentos, entre los que se incluía el café. Además, actualizaron periódicamente su estado de salud, donde se incluía el estado pre o postmenopáusico y el historial familiar de cáncer de mama. Estas mujeres, libres de la enfermedad al inicio del estudio, fueron evaluadas cada dos años durante una media de 10 años, tiempo en el que se confirmaron 101 casos nuevos de cáncer de mama.
Los datos apuntan a que el motivo parece no ser la cafeína sino otros componentes minoritarios que siempre están presentes en el café
Andrea Romanos-Nanclares, investigadora predoctoral que cuenta con una ayuda de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) para el desarrollo de su tesis en la Universidad de Navarra, explica que las participantes se dividieron al inicio en dos grupos: aquellas que consumían más de una taza de café al día y aquellas que consumían 1 taza o menos. “Los resultados de esta investigación no han encontrado una asociación entre el consumo de café y el riesgo de cáncer de mama a nivel global. Sin embargo, encontramos que el consumo de más de una taza de café al día se asociaba a un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas”.
LOS EFECTOS POSITIVOS, TAMBIÉN EN EL DESCAFEINADO
Los datos apuntan a que el motivo parece no ser la cafeína (de hecho, también tiene efecto beneficioso el café descafeinado), sino otros componentes minoritarios como ácidos fenólicos (polifenoles), diterpenos o ácidos clorogénicos, entre otros. Estos componentes siempre están presentes en el café, en diferentes proporciones en función de la variedad del café y su preparación, y han demostrado tener efectos antioxidantes, antiinflamatorios y antitumorales, como explica la Dra. Sánchez Quesada, primera autora del trabajo.
Los resultados de este estudio confirman algunas observaciones realizadas en otras investigaciones en las que el mayor consumo de café se asoció a un menor riesgo de cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas. La directora del trabajo y miembro del comité directivo de Ciberobn, resalta también la “importancia de realizar más investigaciones en esta materia que incluyan un número mayor de mujeres para poder confirmar estos resultados”. Aun así, las conclusiones ahora publicadas apoyan las propuestas de incluir el café como parte de patrones alimentarios globales saludables.