El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es el trastorno endocrino-reproductivo más prevalente en mujeres premenopáusicas, asociándose con resistencia a la insulina, obesidad y problemas cardiometabólicos. Dos estudios, liderados por el Hospital Ramón y Cajal – IRYCIS y el área de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas del CIBER (CIBERDEM), se aborda la posibilidad de que el exceso de andrógenos en mujeres guarda relación con las respuestas metabólicas en distintas condiciones, tanto en ayunas como después de la ingesta de alimentos variados en composición nutricional.
El primer estudio, desarrollado por Héctor Escobar Morreale y Mª Ángeles Martínez-García del Hospital Ramón y Cajal de Madrid/IRYCIS, que incluyó la participación de 53 adultos jóvenes, reveló notables diferencias en los perfiles metabolómicos en sangre entre hombres y mujeres. Se observó una masculinización del metabolismo intermediario en mujeres con SOP, destacando la posible influencia del sexo y las hormonas sexuales en la regulación metabólica. Las muestras de sangre obtenidas en ayunas, analizadas con espectroscopía de resonancia magnética nuclear de protones, identificaron 36 metabolitos de bajo peso molecular.
“Queríamos estudiar si el exceso de andrógenos en las mujeres también induce cambios a nivel metabólico, y si esta influencia se veía afectada por la obesidad”, explica Martínez-García.
"La metabolómica ayuda a identificar marcadores moleculares asociados con enfermedades o condiciones específicas"
En esta parte de la investigación ha participado Xavier Correig, coordinador de la Plataforma de Metabolómicae investigador del CIBERDEM en el Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili, Universitat Rovira i Virgili de Tarragona: “La metabolómica trata de comprender y analizar la composición global de los aminoácidos, ácidos grasos, carbohidratos, etc. en el organismo, en un momento dado, para darnos información sobre el estado de salud, la respuesta a tratamientos médicos o intervenciones dietéticas, y ayudar a identificar marcadores moleculares asociados con enfermedades o condiciones específicas”.
“Es importante destacar que el impacto negativo de la obesidad en el perfil metabolómico se limitó a las mujeres, con o sin el síndrome, ya que los hombres obesos no mostraron un deterioro adicional en comparación con los varones sin obesidad”, matiza el equipo investigador.
Un segundo estudio del mismo equipo se centró en profundizar en las disparidades entre sexos en las respuestas postprandiales tras la ingesta de diferentes macronutrientes (glucosa, lípidos y proteínas). El análisis del perfil metabolómico sugirió que las divergencias están principalmente impulsadas por los efectos de la insulina después de las comidas. La obesidad, y en menor medida el SOP, ejercen un papel modulador sobre estas respuestas, probablemente relacionado con la resistencia a la insulina.
“El sexo y las hormonas sexuales juegan un papel importante en cómo nuestro organismo regula el metabolismo tras su ingestión"
“Que nuestro cuerpo responda de manera diferente a las comidas dependiendo de si somos hombres o mujeres se debe principalmente a cómo la insulina actúa después de comer, especialmente si tenemos sobrepeso”, explica Manuel Luque Ramírez, investigador del Hospital Ramón y Cajal-IRYCIS y CIBERDEM y último firmante. Además, añade, “la obesidad puede afectar a nuestra capacidad de adaptarnos y procesar diferentes tipos de alimentos, pero también el sexo y las hormonas sexuales juegan un papel importante en cómo nuestro organismo regula el metabolismo tras su ingestión”.
Ambos trabajos utilizaron técnicas avanzadas de espectroscopía para explorar los perfiles metabolómicos en muestras de sangre. Estos hallazgos, publicados en Biology of Sex Differences, proporcionan una visión más profunda de la interacción entre el SOP, la obesidad y la respuesta metabólica, destacando la complejidad de estos factores en la salud endocrina y reproductiva de las mujeres premenopáusicas.