Aunque ya parece que las consultas se van normalizando, que poco a poco los dermatólogos están atendiendo a tiempo todas las patologías, que vuelven las atenciones presenciales y también las revisiones, la pandemia, y principalmente la primera ola y el confinamiento han supuesto todo un desafío para la Dermatología.
“Durante este tiempo han aumentado la gravedad y la intensidad de las afecciones”, admite para ConSalud.es la Dra. Cristina Galván, dermatóloga del Hospital Universitario de Móstoles y de la Academia Española de Dermatología y Venereología.
La paralización de las consultas debido al estado de alarma, el confinamiento e incluso el miedo a acudir a los centros sanitarios han retrasado diagnósticos como los de cáncer de piel. Mientras que el estrés, el uso habitual de las mascarillas y el lavado de manos han agravado otras patologías como la dermatitis, la psoriasis o la dermatitis seborreica.
Durante este tiempo se ha producido un empeoramiento de enfermedades crónicas o incluso de las patologías más comunes de nuestra piel
A parte de los problemas de piel que aparecieron en los primeros meses de pandemia y crearon cierta alerta, como los sabañones en niños, y que no se ha podido descubrir si tenían relación con la Covid-19, durante este tiempo se ha producido un empeoramiento de enfermedades crónicas o incluso de las patologías más comunes de nuestra piel.
“Al principio de la pandemia muchos pacientes con enfermedades de la piel que necesitaban un tratamiento que disminuía las defensas lo dejaron incluso sin consultar a su dermatólogo”, explica la Dra. Galván. “Como consecuencia de ello, enfermedades crónicas o inmunomediadas como la psoriasis han empeorado y han necesitado tratamientos más fuertes”.
Además de ello, el estrés vivido durante la pandemia a causa del miedo al contagio o a contagiar a familiares y la inseguridad sobre el futuro ha producido un empeoramiento de todas las dermatitis y la psoriasis.
La sobrecarga que ha tenido que soportar la piel de nuestras manos ha producido “una epidemia de dermatitis de manos, incluso en niños y adultos que nunca la habían tenido antes”
“Otras dermatitis como la seborreica se han intensificado por el uso mantenido de la mascarilla”. Como explica la experta, este complemento, indispensable para evitar al máximo la trasmisión del virus, crea un microambiente con aumento de temperatura y humedad a causa de la respiración “qué favorece la oclusión de los poros”. Esto también ha favorecido la aparición de acné no solo en adolescentes, sino en adultos que no tenían anteriormente.
“Las mascarillas están salvando vidas, pero es cierto que en nuestra cara están produciendo un mal menor. La piel facial no está acostumbrada a una oclusión continua”. Además, el material de las mascarillas homologadas “tampoco es algo con lo que solamos taparnos la cara a menudo y puede provocar irritaciones”. A ello se suma que este ambiente es ideal para microorganismos como los ácaros, cuya presencia ha aumentado produciendo rosácea en aquellas personas que nunca han tenido, o agravándola en las que sí.
El gel hidroalcohólico y el lavado de manos han producido en su caso un aumento de la dermatitis en manos. “Tanto en personas con tendencia, por tener una piel más delicada o por trabajar con las manos sometidas a humedad o a lavados continuos, como son los sanitarios, como en personas sin tendencia previa”. La sobrecarga que ha tenido que soportar la piel de nuestras manos ha producido “una epidemia de dermatitis de manos, incluso en niños y adultos que nunca la habían tenido antes”.
TUMORES DE PIEL MÁS GRAVES
El retraso en los diagnósticos afectó principalmente a los cánceres de piel. “Cuando las consultas se restablecieron empezamos a atender casos de tumores más graves de los que había en años anteriores”.
Con una buena tasa de curación gracias al diagnóstico precoz, los tumores que llegaron a consulta tras la pandemia son más complicados de curar debido a su estado avanzado. “Es muy importante recordar que en ningún momento se pueden retrasar la atención de los tumores, o dejar de ir al médico por miedo al Covid-19”.
Poco a poco la normalidad vuelve y, como concluye la experta, “estamos deseando hacer de nuevo diagnósticos precoces para evitar casos avanzados y volver a la situación de los últimos años”.