El sábado se conmemoró el Día Mundial dela Psoriasis, una patología que no es exclusivamente dermatológica sino también sistémica, puesto que se asocia a otras enfermedades como la cardiovascular, hepática y el síndrome metabólico (obesidad, hipertensión, dislipemia y diabetes). De hecho, hasta un 30% de los pacientes con psoriasis desarrollan una inflamación de las articulaciones conocida como artritis psoriásica.
Ante esto, el hospital Ribera Juan Cardona recuerda que el estrés y las infecciones pueden provocar brotes de psoriasis, una enfermedad inflamatoria cutánea, que está determinada genéticamente. “Cursa en brotes en periodos intercurrentes y a menudo asintomáticos, que es bastante frecuente ya que se calcula que en España la sufre un 2% de la población”, explica el doctor Óscar Suárez, dermatólogo de Ribera Juan Cardona, que recuerda que estos brotes no afectan solo a codos y rodilla, donde se asocia a la aparición en estas zonas de escamas blancas con base eritematosa. “Puede afectar a cualquier parte del cuerpo, incluidos los pliegues corporales, la zona genital o las uñas”, añade.
Asimismo, explica que la gravedad de la psoriasis se determina en base a la extensión del brote y las características de las lesiones, es decir, a su grado de eritema, induración y descamación. “Sin embargo, existen pacientes con una extensión limitada en la lesión pero que se considera grave porque la zona afectada tiene mucha repercusión a nivel estético, por ejemplo, en la cara o por condicionar la vida sexual o laboral, en la zona genital y en las manos respectivamente”, asegura.
"La psoriasis es una enfermedad con un importante componente psicosocial, ya que afecta y condiciona el estilo y la calidad de vida de los pacientes que la sufren"
En cualquier caso, apunta, “la psoriasis es una enfermedad con un importante componente psicosocial, ya que afecta y condiciona el estilo y la calidad de vida de los pacientes que la sufren, llegando a provocar estrés, ansiedad e incluso depresión a algunos pacientes de casos graves”.
Este hospital, centro gestionado por el grupo sanitario Ribera en Ferrol, cuenta con un completo Servicio de Dermatología, preparado para atender a pacientes con esta patología. De hecho, el doctor Suárez señala que cuentan cuatro tipos de tratamientos: el tópico y la fototerapia, aplicados directamente sobre la piel; y el abordaje sistémico y biológico, que se aplican por vía oral o en inyección intravenosa o subcutánea, que son más efectivos, pero pueden tener efectos secundarios “y por eso no son apropiados para todos los pacientes”, explica.
“Nuestra prioridad siempre es facilitar a los pacientes el tratamiento más adecuado para su caso y su perfil”, señala el doctor Suárez, quien recuerda que además de esta afección, el hospital Ribera Juan Cardona atiende en su Servicio de Dermatología otras patologías como el acné, la rosácea, las enfermedades del pelo, eccemas, urticaria y enfermedades infecciones como las verrugas, herpes o tiñas, entre otras.