En un balance provisional anunciado por la Dirección General de Tráfico (DGT), durante los meses de julio y agosto en los que se producen la mayoría de desplazamientos en España, se han registrado 239 personas fallecidas por accidente de tráfico. Haciendo un balance de los últimos años, las cifras del periodo estival de 2016 son los más negativos desde el mismo periodo de 2012.
Ante esta situación, cualquier campaña de concienciación que profundice en las posibles causas y las potenciales soluciones es bien recibida por los profesionales. Este es el caso del Servicio de Neurorehabilitación de Hospitales Nisa que, a través de su campaña ‘Conduce con Cerebro', ha puesto el foco sobre las capacidades necesarias que los conductores deben de fortalecer para mantenerse alerta al volante.
De ellas, Moliner destaca la ejercitación de la memoria para, por ejemplo, “recordar lo aprendido en la autoescuela, entender las señales, actuar con agilidad en la velocidad de procesamiento de la información” o tener la capacidad de reaccionar con tiempos de respuesta rápidos para “poder solucionar de forma inmediata las demandas que nos puedan surgir”.
Sobre ello insiste la doctora Moliner al considerar que la memoria de trabajo “mantiene toda esa información en línea” y, como consecuencia, puede servir para “anticipar problemas, tomar decisiones, reducir la velocidad si algún obstáculo se cruza en nuestro camino o estimar tiempos y velocidades” ante situaciones como iniciar un adelantamiento o la incorporación a una rotonda.
OTRAS HABILIDADES IMPORTANTES
Al conducir se ponen en funcionamiento, también, distintas capacidades motoras, la práctica de la movilidad, la coordinación o, por ejemplo, capacidades importantes como las visoperceptivas y las de coordinación visomotoras. Estas permiten, por ejemplo, dirigir el coche sin salirse del carril o cambiar de marcha.
Es también crucial, apunta la doctora Belén Moliner, la capacidad visual, necesaria “para percibir el entorno”, afinar “la agudeza visual o las correcciones ópticas oportunas” y tener “una visión de campo completa”.
La doctora Moliner concluye que es igualmente importante, ser “plenamente conscientes de nuestro estado psicofísico y emocional” para detectar signos como la fatiga o la falta de concentración que podrían provocar accidentes de tráfico. Por ello, insiste, “conviene valorar el estado de nuestras capacidades y minimizar los riesgos para conducir con cerebro y tener un buen viaje”.
Porque salud necesitamos todos... ConSalud.es
Ante esta situación, cualquier campaña de concienciación que profundice en las posibles causas y las potenciales soluciones es bien recibida por los profesionales. Este es el caso del Servicio de Neurorehabilitación de Hospitales Nisa que, a través de su campaña ‘Conduce con Cerebro', ha puesto el foco sobre las capacidades necesarias que los conductores deben de fortalecer para mantenerse alerta al volante.
Trabajar la memoria puede ayudar a "anticipar problemas, tomar decisiones o estimar tiempos y velocidades" ante acciones como adelantar o incorporarse a una rotonda
Según indica la doctora Belén Moliner, médico rehabilitador del Servicio, la acción de conducir “requiere más capacidad cognitiva que cualquier otra actividad” siendo necesarias habilidades como “la atención, la percepción, la memoria y capacidad de decisión”.De ellas, Moliner destaca la ejercitación de la memoria para, por ejemplo, “recordar lo aprendido en la autoescuela, entender las señales, actuar con agilidad en la velocidad de procesamiento de la información” o tener la capacidad de reaccionar con tiempos de respuesta rápidos para “poder solucionar de forma inmediata las demandas que nos puedan surgir”.
Sobre ello insiste la doctora Moliner al considerar que la memoria de trabajo “mantiene toda esa información en línea” y, como consecuencia, puede servir para “anticipar problemas, tomar decisiones, reducir la velocidad si algún obstáculo se cruza en nuestro camino o estimar tiempos y velocidades” ante situaciones como iniciar un adelantamiento o la incorporación a una rotonda.
OTRAS HABILIDADES IMPORTANTES
Al conducir se ponen en funcionamiento, también, distintas capacidades motoras, la práctica de la movilidad, la coordinación o, por ejemplo, capacidades importantes como las visoperceptivas y las de coordinación visomotoras. Estas permiten, por ejemplo, dirigir el coche sin salirse del carril o cambiar de marcha.
Es también crucial, apunta la doctora Belén Moliner, la capacidad visual, necesaria “para percibir el entorno”, afinar “la agudeza visual o las correcciones ópticas oportunas” y tener “una visión de campo completa”.
Mantener en orden el estado psicofísico y emocional del conductor sirve para detectar signos como la fatiga o la falta de concentración, causantes de muchos accidentes de tráfico
En el mismo sentido, Moliner destaca la capacidad atencional que debe ser sostenida por parte del conductor para “mantenerle alerta durante trayectos que pueden ser largos y aburridos”. La atención selectiva, además, “hará posible que atienda a la información relevante para la conducción y que inhiba el resto de estímulos” y le permitirá controlar al mismo tiempo “las señalizaciones de la carretera, los espejos retrovisores, etc., mientras conversamos con nuestro copiloto o escuchamos la radio”.La doctora Moliner concluye que es igualmente importante, ser “plenamente conscientes de nuestro estado psicofísico y emocional” para detectar signos como la fatiga o la falta de concentración que podrían provocar accidentes de tráfico. Por ello, insiste, “conviene valorar el estado de nuestras capacidades y minimizar los riesgos para conducir con cerebro y tener un buen viaje”.
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