Durante la última década los dermatólogos de numerosos países europeos han detectado un aumento de los casos de sarna. Esta enfermedad infecciosa prevalente a nivel global que afecta a la piel, plantea nuevos desafíos a los especialistas y es que la infección por sarna está protagonizando un aumento sostenido de número de casos en los últimos años, tendencia al alza que se vio incrementada coincidiendo con la pandemia COVID-19.
La Dra. Cristina Galván, dermatóloga, vicepresidenta de IACS (International Association for the Control of Scabies) y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) en declaraciones a ConSalud.es indica: “Durante el confinamiento vimos que el número de casos parecía que se disparaba, y se achacó a que la gente estaba más en casa, con un mayor contacto con sus convivientes y se habían reducido o cancelado las consultas médicas. Tras el confinamiento también puedo afectar el miedo de algunos ciudadanos a ir a los hospitales. Si una persona se contagia y no va al médico, la sarna se puede extender de forma exponencial ya que esta persona se convierte en fuente de contagio para sus contactos de alrededor”.
Esta enfermedad no es de declaración obligatoria, salvo los casos que suponen un brote en una institución
Pese a que no hay registros de incidencia de la enfermedad, tanto a nivel global como en España, se disponen de datos indirectos como el aumento de prescripciones de fármacos destinados a su tratamiento, descrito en un estudio realizado por la AEDV, que indican que su frecuencia está aumentando en los últimos años.
“Esta tendencia al alza que surgió a raíz del confinamiento, persiste y ha aumentado la preocupación entre los dermatólogos en España y en muchos países de Europa. Algunas publicaciones explican este aumento de caso pero ninguna lo puede demostrar de una manera real ya que esta enfermedad no es de declaración obligatoria, salvo los casos que suponen un brote en una institución. Estos estudios se basan en reflejos indirectos como puede ser el aumento de ventas en medicamentos contra la sarna”, apunta la Dr. Galván.
La dermatóloga recuerda que “la sarna puede afectar a cualquier persona, de cualquier edad, situación de salud y condición socioeconómica” frente a la creencia errónea de que “es una enfermedad de tiempos pretéritos, vergonzante y relacionada con la suciedad y la pobreza”. La experta apunta que el miedo al estigma es uno de los factores que puede provocar la propagación de la enfermedad junto “a la incomodidad del tratamiento y el precio del mismo”. Además recuerda que “el tratamiento se debe enfrentar desde el punto de vista de toda la unidad de convivencia”, ya que deben hacerlo todas las personas que vivan juntas tengan o no síntomas de la enfermedad así como todos las personas que hayan tenido un contacto estrecho con el afectado durante el último mes.
SÓLO EL 36% DE LOS DIAGNOSTICADOS RECIBIÓ LA PAUTA TERAPÉUTICA ADECUADA
Ante el aumento de casos diagnosticados, la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) en colaboración con el Grupo de Trabajo de Epidemiología y Promoción de la Salud de la AEDV ha impulsado un estudio observacional, transversal y multicéntrico, publicado bajo el título de “Características clínicas y epidemiológicas de pacientes diagnosticados de escabiosis en España: oportunidades de mejora. Estudio transversal multicéntrico CLINI-AEDV” en la revista Actas Dermo-Sifiliográficas.
La recogida de datos para la realización del trabajo presentado por la AEDV se realizó de forma prospectiva en los meses de abril y mayo de 2023, dentro de la plataforma CLINI-AEDV de la Academia Española de Dermatología y Venereología, que facilita la realización de estudios colaborativos entre dermatólogos. En este estudio participaron 44 dermatólogos de 15 Comunidades Autónomas, que reclutaron en sus consultas 186 casos de escabiosis activa.
“En el estudio se observan aspectos en el manejo de los casos que se pueden mejorar, y que pueden justificar parte de los fracasos terapéuticos”, apunta la experta
El rango de edad de los pacientes fue de 0 a 91 años, siendo la mitad jóvenes menores de 28 años. Aunque se presuponía que en la actualidad eran más frecuentes formas atípicas de escabiosis, el 92% de los casos presentaban escabiosis típica, lo que facilita su reconocimiento.
Destaca que un 65% de los pacientes diagnosticados en las consultas de dermatología había recibido tratamiento escabicida previo para el episodio en curso. De estos pacientes, sólo un 36% había recibido y cumplimentado una pauta terapéutica adecuada y que incluyera el necesario tratamiento simultáneo de personas convivientes, y un 50% no tuvo a su disposición un documento escrito y claro con las recomendaciones. Por tanto, una elevada proporción de los casos de sarna atendidos actualmente en las consultas de dermatología en España ha recibido tratamiento previo, indicando que, con frecuencia en estos pacientes el tratamiento prescrito no ha sido eficaz, y en gran parte de estos casos, no se había cumplimentado de forma correcta.
“Es posible que todavía estemos en una ola de intensificación de contagios de sarna, y en este estudio, se observan aspectos en el manejo de los casos que se pueden mejorar, y que pueden justificar parte de los fracasos terapéuticos”, reconoce la Dr. Galván, primera firmante del estudio de la AEDV, quien también ha asegurado que “trabajar en la mejora de las deficiencias encontradas ayudará a un mejor control de la enfermedad y a evaluar la efectividad actual de los escabicidas disponibles.”
La coordinación entre dermatólogos, médicos de atención primaria y organismos de salud pública es clave para optimizar el control de la enfermedad
Siguiendo esta línea, los investigadores pertenecientes a la Academia y al Grupo Español de Epidemiología y Promoción de la Salud de la AEDV han concluido que, al tratarse de una patología transmisible cuya frecuencia está aumentando, y en la que se confirma la dificultad para eliminarla con los tratamientos disponibles, es importante la coordinación entre dermatólogos, médicos de atención primaria y salud pública para optimizar los tratamientos y el control comunitario de la enfermedad.
No obstante, la Dra. Galván indica que “reconocer los casos y los brotes con la mayor diligencia posible y conseguir el tratamiento de todos los contactos cercanos a los afectados es clave” así como, por parte de los dermatólogos, “colaborar en la formación y trabajar en equipo con los organismos de salud pública y con compañeros de asistencia primaria, de pediatría, de enfermería, de los servicios de urgencias y de otras especialidades cómo geriatría y alergología”.
En este sentido, los dermatólogos quieren lanzar un mensaje de calma y transmitir su esperanza, puesto que este estudio ha detectado claros puntos donde pueden implementarse mejoras y por la existencia de varios fármacos para el tratamiento de la enfermedad y de distintos estudios dirigidos al “desarrollo de nuevos fármacos con mayor actividad escabicida, buen perfil de seguridad y de uso más sencillo”, lo que facilitará el tratamiento de la enfermedad.