El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) continúa siendo, 41 años después de su aparición, un importante problema de salud en el mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2021 650.000 personas murieron por causas relacionadas con el VIH y 1,5 millones de personas adquirieron el VIH. Ese mismo año en Europa se realizaron 106.508nuevos diagnósticos, 300 cada día en 46 de 53 países europeos, según datos del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades(ECDC).
Estas cifras supusieron un 25% menos que los niveles anteriores a la pandemia. Una caída que se sufrió en todo el mundo, el continente y nuestro país. En España, en 2020 se diagnosticaron 653 personas con VIH, más de 300 menos que el año anterior, según datos del Ministerio de Sanidad. Datos provisionales que recoge la Comunidad de Madrid señala que en 2021 se continúo con la caída con 497 diagnósticos, y que los fallecimientos se mantuvieron con respecto al periodo prepandemia.
“La bajada en el número de nuevos diagnósticos hay que cogerla con mucha precaución, porque en muchos casos se debe a un retraso de la notificación"
“La bajada en el número de nuevos diagnósticos hay que cogerla con mucha precaución, porque en muchos casos se debe a un retraso de la notificación porque las personas no se han acercado al sistema sanitario por miedo al contagio por el SARS-CoV-2 y se ha vivido una enorme carga de trabajo en el sistema sanitario”, explica a Consalud.es el Dr. José Antonio Pérez Molina, presidente de la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (Seisida) y médico de infecciosas en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid. “Sí es cierto que, aunque estos datos no sean reales, sí parece que están disminuyendo los nuevos diagnósticos, principalmente en la población HSH (hombres que tienen sexo con hombres) gracias a la implantación de la PrEP”, añade.
HACER LOS DEBERES DE UN LARGO CAMINO
Pese a que parece que se va avanzando en el VIH, España todavía tiene mucho que recorrer para alcanzar los objetivos 2030 en VIH: 95% de personas con VIH diagnosticadas, 95% de diagnósticos con tratamiento antirretroviral continuado, y 95% de las personas que recibe terapia antirretrovírica tengan supresión viral. “Los 90-90-90 los cumplimos, aunque nos quedan deberes por hacer. El 90% de supresión viral en tratados lo cumplimos, es verdad que el 97% de las personas diagnosticadas en nuestro país están tratadas, y la mayoría de ellos indetectable. Sin embargo, no llegamos por poco a los 90% de personas con diagnóstico, ”, indica el Dr. Pérez Molina.
Diagnósticos tardíos: “En nuestro país hasta el 47% de las personas que diagnosticamos lo hacemos con cd4 bajos"
Hay que seguir trabajando justamente en los puntos como el diagnóstico precoz y el de las personas que están infectadas y no lo saben. Estos pacientes llevan mucho tiempo conviviendo con el virus y pueden llegar a desarrollar el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida). “En nuestro país hasta el 47% de las personas que diagnosticamos lo hacemos con cd4 bajos, que permite la aparición de las infecciones oportunistas. Eso sigue pasando ahora mismo en Europa y es un fracaso”, indica el presidente de Seisida.
Los avances han permitido que al tratar a estos pacientes que se han diagnosticado tarde se cronifique esta enfermedad que en los años 80 y 90 avanzaba muy rápido, con una mortalidad muy elevada que estuvo creciendo hasta 1995 en nuestro país, como señala el estudio ‘Evolución del número de personas infectadas por el virus de la inmunodeficiencia humana y de los casos de sida en España 1980–1998’. Estos pacientes que ahora son tratados con antirretroviral, pese a que se diagnosticaron cuando empiezan los síntomas del sida, cuentan con una esperanza de vida muy buena, similar a la del resto de la población, y una enfermedad crónica que les convierte en pacientes con necesidades como un abordaje multidisciplinar, ser atendido en Atención Primaria y educarse en su enfermedad. Y, sobre todo, son pacientes que no son contagiosos.
Esta idea, la de no transmisión del virus, es algo que todavía no termina de calar en la población, existiendo un importante estigma sobre la infección VIH. “Que esta enfermedad esté estigmatizada ya es un problema, sea transmisible o no, por el simple hecho de que el VIH no se lo coge nadie que no quiera. Es tan fácil como tener relaciones protegidas, luego la donación de sangre y órganos está controlada, y la trasmisión de madre a bebé se bloquea con el tratamiento de la madre”, reivindica el Dr. Pérez Molina. A esto se suma, que hoy en día una persona con VIH que está tomando el tratamiento antirretroviral no trasmite la infección por via sexual, incluso si tiene relaciones sin protección. “Aún así a estas personas se les sigue estigmatizando en muchos ámbitos y se les discrimina en el ámbito laboral, profesional y social. Eso es inadmisible”, concluye el experto.