Las investigaciones actuales continúan avanzando para conocer la relación entre los problemas de salud mental y las enfermedades cardiovasculares. Tanto por una conexión entre el corazón y las emociones desencadenadas por la depresión y la ansiedad que derivan en gran parte en casos de tabaquismo o alcoholismo, como por la existencia de factores fisiológicos que están involucrados en la enfermedad mental y en la cardíaca, los estudios reflejan cada vez mayor conocimiento sobre la conexión entre ambos tipos de patología.
Ahora, un estudio publicado en Journal of the American Heart Association ha aumentado este conocimiento al reflejar como las personas con enfermedades mentales graves, como son el trastorno bipolar, la esquizofrenia o el trastorno esquizoafectivo, tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular a edades tempranas.
"Investigaciones anteriores han indicado que las personas a las que se les diagnostica una enfermedad mental grave mueren entre 10 y 20 años antes que la población general, y su principal causa de muerte es la enfermedad cardíaca", señala en nota de prensa la autora principal del estudio, Rebecca C. Rossom.
A 30 años, los resultados reflejaron que los pacientes con bipolaridad, esquizofrenia o esquizoafectivo tenían un riesgo del 25% de desarrollar enfermedad cardiovascular
Los investigadores hallaron que las personas con estas enfermedades mentales tenían un nivel de riesgo cardiovascular a 10 años del 9,5% en comparación del 8% de los adultos sin afección de salud mental. A 30 años, los resultados reflejaron que los pacientes con bipolaridad, esquizofrenia o esquizoafectivo tenían un riesgo del 25% frente al 11% de las personas sin estas afecciones.
FACTORES DE RIESGO
Aunque en algunos casos las enfermedades mentales tienen una relación fisiológica con las cardiovasculares, lo cierto es que en muchos casos los factores de riesgo responden a una mayor predisposición de estas personas a condiciones como el tabaquismo. Según el estudio, las personas con una enfermedad mental grave tenían tres veces más probabilidades de ser fumadores actuales (36%) en comparación con sus pares sin enfermedad mental grave (12%).
A este factor de riesgo de la enfermedad cardiovascular se le une la obesidad y el sobrepeso. Y es que el 50% de las personas con trastorno bipolar o esquizofrenia cumplen los criterios de obesidad en comparación con las personas sin estas patologías.
Esto lleva a que, según la muestra de 600.000 personas del estudio, las personas con enfermedades mentales graves tengan el doble de diagnóstico de diabetes (tipo 1 o tipo 2) que las personas sin enfermedades mentales graves (14% frente a 7%, respectivamente). También tienen un mayor diagnóstico de presión arterial alta, un 15% frente al 13%.
"Incluso a edades más jóvenes, las personas con enfermedades mentales graves tenían un mayor riesgo de enfermedad cardíaca que sus pares, lo que destaca la importancia de abordar los factores de riesgo cardiovascular para estas personas lo antes posible", dijo Rossom. “Las intervenciones para abordar el riesgo de enfermedad cardiaca para estos individuos son de máximo beneficio cuando se inician a edades más tempranas".